Tras el hallazgo de marihuana enterrada en el patio de la cárcel de Las Flores, se llevó a cabo un nuevo operativo.

En un operativo llevado a cabo por Gendarmería Nacional, se descubrieron 15 paquetes de marihuana enterrados en el patio de un pabellón de la Unidad Penitenciaria N°2 de Santa Fe. El hallazgo fue producto de una requisa de rutina y derivó en una investigación federal.
Un allanamiento sorpresa en la Unidad Penitenciaria N°2 de Las Flores, ubicada en la ciudad de Santa Fe, destapó una sorprendente operación de narcotráfico dentro del mismo penal. El hecho ocurrió el pasado 6 de febrero, luego de que una requisa de rutina realizada por el Servicio Penitenciario Provincial descubriera 15 paquetes de marihuana enterrados en el patio del Pabellón N°6, con un peso total de 4,200 kilogramos.
La intervención del Ministerio Público Fiscal comenzó rápidamente, con la autorización del juez federal de garantías, Carlos Villafuerte Ruzo, quien otorgó la orden de allanamiento para realizar una inspección en el establecimiento carcelario. A raíz del hallazgo de la droga, el fiscal federal titular de la Unidad Fiscal Santa Fe, Jorge Gustavo Onel, tomó las primeras medidas investigativas y coordinó el operativo con Gendarmería Nacional.
La requisa
La requisa, que comenzó a las 8.40 en distintos pabellones de la unidad, incluyó el registro de pertenencias de los internos, revisiones corporales y una inspección exhaustiva de las estructuras edilicias. Durante la inspección, además de los 15 panes de marihuana encontrados en el patio externo del pabellón N°6, incautaron teléfonos celulares, tarjetas SIM, cuchillos y otros objetos punzantes que se encontraban en poder de los internos.
En el patio, los paquetes de marihuana estaban enterrados en un pozo y envueltos en papel marrón o bolsas de nailon negras. Cada paquete tenía un tamaño aproximado de 13 centímetros de largo por 10 de ancho. Tras la apertura de los paquetes, se confirmó que el peso total de la droga alcanzaba los 4,200 kilogramos.
Otros hallazgos
El allanamiento también arrojó otros hallazgos. En las celdas, se encontraron 64 gramos de marihuana y 49 gramos de cocaína, que se encontraban fraccionados en diferentes envoltorios. Además, se secuestraron 12 teléfonos celulares, 18 elementos cortopunzantes, dos pendrives, cuatro chips de teléfono y siete pipas para fumar. Llamativamente, en el pabellón donde se produjo el hallazgo, las dos cámaras de seguridad no estaban en funcionamiento.
El hallazgo ha puesto en alerta a las autoridades penitenciarias y federales, que ahora investigan cómo los internos lograron introducir y ocultar esta cantidad de droga en el establecimiento. La investigación sigue su curso para determinar si hubo complicidad dentro del personal de seguridad o si el narcotráfico se manejó de forma totalmente autónoma desde el interior de la cárcel.
Además trascendió extraoficialmente, que toda la cúpula de la penitenciaría, fue separada del cargo y al menos 6 agentes del Servicio Penitenciario pasaron a disponibilidad.
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