“Blancanieves”, la remake live action protagonizada por Rachel Zegler y Gal Gadot tuvo un debut para el olvido en Estados Unidos.

En una época en la que a Disney se le ocurrió que era una buena idea reciclar sus grandes clásicos y realizarlos con actores de carne y hueso, las experiencias recientes no dejan de demostrar lo contrario. Sin embargo, la compañía del ratón sigue insistiendo y ahora es el turno de “Blancanieves”.
Otros títulos como “La Bella y la Bestia”, “Aladdin”, “Mulan”, “El Rey León”, “Dumbo” o “La Sirenita”, han pasado por la gran pantalla en este nuevo formato sin pena ni gloria. Pese a los millones de presupuesto, los actores consagrados y las tecnologías al servicio de la fantasía, las remakes no han dado resultado.
Y Blancanieves no es la excepción. El filme protagonizado por Rachel Zegler y Gal Gadot, dirigido por Marc Webb, es el estreno menos taquillero en la historia de Disney.
Las previsiones en la primera semana de proyección ya eran bajas y estimaban una recaudación solo en Estados Unidos de 45 a 55 millones. No obstante, el acumulado fue de 44,3 millones.
El filme de la dulce princesa y los graciosos enanos le ha costado a Disney unos 250 millones de dólares. Para ser rentable, la cinta necesita aproximadamente 600 millones. El hecho es que, sumando datos de la taquilla internacional, apenas alcanza los 87,3 millones.
Una cuestión de piel
Los anteriores títulos, también considerados fracasos, al menos han tenido mejores números en sus respectivos estrenos. Esto, sumado a las críticas mixtas, hicieron su paso por las salas un poco más llevadero. Pero con Blancanieves sucede otra cosa: la protagonista no enganchó al público.
Rachel Zegler no dio la talla con el papel y algunas declaraciones previas al estreno, buscando deslindar la clásica historia de la protagonista enamorada de un príncipe azul, no cayó bien en un público, aunque infanto juvenil, mayormente conservador respecto a los padres.
Además, la elección de poner a la ex Miss Israel Gal Gadot como la antagonista Reina Malvada que envidia la belleza de Blancanieves es, cuanto menos, contraproducente.
Aún tiene tiempo para reivindicarse desde los números, pero con un estreno tan flojo difícilmente logre mejorar.
Comentarios