Gladis comenzó a atacar barcos luego de que, supuestamente, haber atravesado un momento traumático, como un intento de ser capturada o el choque con una embarcación.
En ubicaciones entre España y Portugal, las aguas de Gibraltar son el escenario de ataques de estos animales a distintos barcos. En mayo, según el Grupo de Trabajo Orca Atlántica, se registraron 20 ataques a embarcaciones, de las cuales 12 fueron en costas de la península.
Una orca bautizada como Gladis, al parecer, lidera los ataques y, uno de los últimos fue a “Mustique”, un barco al que consiguió romperle el timón y perforarle el casco. Los expertos indican que el comportamiento de este animal podría deberse a alguna experiencia traumática que haya experimentado y que la haya puesto en peligro, por eso consideran que los ataques son a modo de venganza.
Según los registros de los ataques, Gladis no actúa sola, sino que se rodea de otras orcas y ballenas más pequeñas que imitan su comportamiento.
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