Se trata de Moisés Brisolla, un jugador que se había ido al país asiático para competir, pero terminó esclavizado. Luego de ocho meses de calvario, fue rescatado.
A mediados del 2022, Brisolla llegó a Dubai para jugar en el Al-Rams Club, aunque, al mes, el chico de 20 años comenzó a sufrir lesiones que lo alejaron de las canchas. En lugar de volver a Brasil -su país natal-, el futbolista comenzó a buscar un nuevo club, pero terminó esclavizado.
Los empresarios que lo llevaron al fútbol árabe lo obligaban a trabajar 15 horas por día para una empresa de cosméticos sin percibir un salario. Según la información de los medios brasileños, el jugador pudo pedir ayuda porque escondió su documentación para que no los confisquen y, después de ochos meses de sufrimiento, logró escapar y comunicarse con allegados.
Su familia denunció lo vivido por Moisés ante la Comisión de Derechos Humanos de Rio Grande do Sul y se activó un protocolo de rescate para repatriarlo.
Sobre el rescate
La repatriación pudo darse luego de dos meses de trabajo en conjunto entre varios organismos públicos, que fueron los que abonaron una multa migratoria y gestionaron el regreso de Moisés a Brasil.
Una vez que el joven regresó, contó su versión de los hechos y dijo que fue engañado por el empresario que lo llevo a Emiratos Árabes: “Me dijo que esta oportunidad era única y que tendría una vida de jeque, una casa, un auto, mucho dinero y que podría ayudar a mi familia aquí en el Sur”, explicó.
La investigación continuará en manos de la Policía Federal que deberá, además, seguir de cerca el caso de otro futbolista que estaría atravesando una situación parecida, según indicó Brisolla.
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