Turismo silencioso, una tendencia que crece en todo el mundo

En un mundo cada vez más acelerado, el turismo silencioso se presenta como una alternativa para aquellos que buscan desconectar y reconectar con la naturaleza.

En un mundo cada vez más acelerado, donde el ruido y la sobrecarga de información nos rodean, el turismo silencioso se presenta como una alternativa para quienes buscan desconectar. Este enfoque de viaje se centra en la tranquilidad, el descanso y la inmersión en entornos naturales. Impulsa una experiencia que invita a frenar, respirar y vivir el momento.

El turismo silencioso se opone al turismo masivo y busca ofrecer experiencias auténticas, alejadas del bullicio y las multitudes. Quienes eligen esta forma de viajar pueden disfrutar de retiros en zonas rurales, caminatas conscientes y prácticas de mindfulness, todo en lugares donde el silencio y la paz son parte del paisaje. No es necesario ser un experto para disfrutar del turismo silencioso: se trata simplemente de elegir destinos apacibles.

A continuación, presentamos cuatro destinos en Sudamérica que son ideales para vivir esta experiencia.

Turismo silencioso, una tendencia que crece en todo el mundo: cuatro destinos en Sudamérica para vivir esta experiencia

  • Chapada dos Veadeiros, Brasil

Situada en el estado de Goiás, Chapada dos Veadeiros es conocida por sus impresionantes formaciones rocosas, cañones, cascadas cristalinas y una rica vegetación. A tres horas en auto de Brasília, esta región forma parte de un parque nacional protegido, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

Aquí, la combinación de naturaleza, espiritualidad y serenidad crea un entorno perfecto para desconectar. Los pueblos de Alto Paraíso de Goiás y São Jorge son famosos por su energía tranquila y sus alojamientos rústicos, así como por su conexión con actividades como yoga, meditación y observación de estrellas. En Chapada, el silencio se convierte en el lenguaje del viento, el agua y la tierra.

  • Laguna de Quilotoa – Ecuador

Ubicada en los Andes ecuatorianos, la Laguna de Quilotoa es un cráter volcánico que deslumbra con sus aguas turquesas, rodeadas de montañas y acantilados. Este destino es ideal para quienes buscan una experiencia de desconexión en plena naturaleza.

El pueblo de Quilotoa, cercano a la laguna, ofrece opciones de alojamiento sencillas y acogedoras, perfectas para disfrutar de la paz del lugar. Caminar alrededor del cráter o descender hasta la base de la laguna permite disfrutar de vistas espectaculares, mientras que la Ruta del Quilotoa conecta pueblos tradicionales que enriquecen aún más la experiencia

  • .Desierto de la Tatacoa – Colombia

En el departamento de Huila, al sur de Colombia, se encuentra el desierto de la Tatacoa, un paraíso poco conocido. Aunque se le llama desierto, en realidad es una zona semiárida con paisajes áridos y formaciones rocosas de tonos rojizos y grises que crean un ambiente casi surrealista.

El Parque Arqueológico de San Agustín y el observatorio astronómico local son solo algunas de las maravillas que hacen de este desierto un lugar ideal para meditar bajo un cielo estrellado. Durante la noche, la Tatacoa se convierte en un sitio privilegiado para la observación astronómica, donde el silencio y la calma se combinan para ofrecer una experiencia única.

  • El Bolsón – Argentina

Ubicado en la Patagonia argentina, El Bolsón es un destino que irradia serenidad, rodeado de bosques andino-patagónicos, montañas y ríos cristalinos. Este lugar es reconocido por su ambiente apacible y por una comunidad comprometida con el ecoturismo. La región ofrece una variedad de actividades al aire libre. Además, cuenta con una feria artesanal que refleja su identidad y valores de sostenibilidad, convirtiéndolo en un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

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