Rafaela comenzó a colocar redes antipájaros en árboles céntricos para reducir la presencia de palomas sin afectar al ambiente urbano.

El municipio de Rafaela colocó redes antipájaros en árboles del microcentro para reducir la concentración de palomas y otras aves, con el fin de mejorar la convivencia urbana sin dañar a las especies ni a los árboles.
Juan Pablo Aversa, subsecretario de Servicios Públicos, atribuyó el aumento de aves a la pérdida de corredores biológicos en la periferia. Así, esta deforestación obliga a las especies a buscar refugio en la zona urbana. Además, el fenómeno de “isla de calor” crea un microclima ideal para su permanencia. No solo se trata de palomas domésticas, sino también de tordos, cotorras, estorninos, denegruchos y golondrinas.
El municipio estudió durante un año los hábitos de las aves, sus árboles preferidos y las fuentes de alimento. Con esa información, se diseñó un plan que incluyó la colocación de redes con malla de tanza de 3×3 centímetros. Estas estructuras impiden que las aves se posen sin causarles daño. El objetivo es intervenir de forma respetuosa, evitando medidas invasivas o que impliquen maltrato animal.
Aversa explicó que la primera prueba se realizó en un árbol con alta concentración de excremento. El seguimiento mostró resultados positivos tanto en la disminución de aves como en la salud del ejemplar intervenido. El Ministerio de Ambiente provincial avaló la iniciativa tras certificar que no ocasiona perjuicios.
La medida surge de una solución aplicada previamente en edificios municipales. No se importó de otras ciudades, sino que se desarrolló localmente. Por último, el funcionario remarcó que el control de la población de aves requiere un enfoque interdisciplinario, que incluye cambiar hábitos humanos como la alimentación no intencionada. La meta es mejorar la convivencia sin dañar el entorno.
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