El diputado nacional Rolando Figueroa, del frente Comunidad, se impuso en las elecciones provinciales y desbancó por cuatro puntos al candidato oficialista, el vicegobernador Marcos Koopmann, del partido que gobernó la provincia durante seis décadas.
Rolando Figueroa se consagró como el nuevo gobernador de Neuquén tras una elección histórica que marcó el fin de la larga hegemonía del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Con el 98% de las mesas escrutadas, el candidato de Comunidad obtuvo el 35,61% de los votos, superando al vicegobernador Marcos Koopmann del MPN, que quedó en segundo lugar con el 33,08%, y al candidato del Frente de Todos, Ramón Rioseco, que alcanzó el 12,74%.
Figueroa es contador público, recibido en la Universidad Nacional del Comahue. Nacido en Andacollo en 1969, inició su carrera política en el MPN en 1994 y participó en 17 elecciones dentro de ese espacio. En 1994 fue designado por el Gobierno de la Provincia del Neuquén, bajo el liderazgo de Jorge Sobisch, como Delegado de las Comisiones de Fomento de la zona norte de la Provincia. Cinco años después, en 1999, fue elegido intendente de Huinganco, mandato que finalizó en 2002.
Luego fue designado Subsecretario de Juventud de la Provincia, y Secretario de Estado en 2005. En 2006 renunció. En 2007 fue diputado provincial por el MPN, cargo que ocupó hasta 2011. Dentro de la Cámara Baja, fue elegido como Presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Cuentas y Obras Públicas. Cuando finalizó su mandato como legislador, se presentó como candidato para la intendencia de Chos Malal. Tras ganar en los comicios, se desempeñó como intendente hasta 2015. Fue el primer político de la provincia en ser intendente de dos localidades distintas.
En 2015 fue electo vicegobernador durante la primera gestión de Omar Gutiérrez, cargo que desempeñó hasta 2019.
Sin embargo, tras varias críticas a la conducción provincial, decidió separarse del partido y fundar su propio frente político, Comunidad, que logró conformar una coalición de nueve partidos, incluyendo al PRO, el socialismo y el Frente Grande, entre otros.
“Sentimos que estamos yendo a una elección que no es contra un aparato, sino contra un modelo que se convirtió en un sistema clientelar, manejado por las familias del poder. Vemos que absolutamente todas las decisiones que toma la Justicia Electoral están cooptadas por el poder político”, afirmó.
Durante su campaña, Figueroa hizo hincapié en la necesidad de una gestión más eficiente de los recursos provinciales y en políticas de promoción del empleo y redistribución de la energía. Con su triunfo, pone fin a una era política que se extendió durante seis décadas y marca un nuevo comienzo para Neuquén.
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