Especialistas denuncian que la disposición 381/2025 favorece el tráfico de fauna y abre la puerta a la comercialización ilegal.

La Subsecretaría de Ambiente de la Nación publicó una nueva disposición que desreguló la exportación de animales salvajes. La medida, que también permite el tránsito interprovincial de especies, generó preocupación en referentes de la conservación de fauna del país. Advierten que la disposición haría posible el tráfico de animales.
Publicada en el Boletín Oficial, la disposición 381/2025 derogó normas anteriores que entorpecían tanto el transporte local como la exportación de animales. También prohibían la comercialización de especies autóctonas como productos derivados de las mismas.
Muchas de estas normas fueron aprobadas en un período que comprende entre 1986 y 2022. Antes de eso, el país exportaba aves, monos y reptiles al extranjero. Por eso, los conservacionistas creen que la disposición 381/2025 hace que Argentina retroceda varias décadas.
Alejandra Juárez, responsable del refugio Proyecto Carayá, advirtió que esta desregulación allana el camino al tráfico ilegal de fauna. Subrayó que el texto no menciona el bienestar animal y solo se enfoca en la rentabilidad. Además, recordó que ya existen mecanismos estrictos para trasladar animales con fines científicos o de rehabilitación, y que esta norma abre la puerta a la comercialización encubierta.
El riesgo se potencia por la existencia de criaderos en provincias donde aún se permite la caza de especies nativas como pumas o guanacos. En este marco, Juárez alertó sobre el creciente interés de compradores asiáticos, que buscan desde ejemplares vivos hasta huesos y colmillos de especies en peligro crítico, como el yaguareté.
Desde MundoAparte, en Rosario, Franco Peruggino comparó la situación con la de Uruguay, donde se permite exportar lobos marinos a Asia con fines comerciales. Para él, esta liberalización representa un retroceso de décadas, que solo beneficia a quienes lucran con la fauna.
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