Los paneles radiantes calientan de forma directa y silenciosa, y se perfilan como el reemplazo ideal de las estufas eléctricas.

Durante los meses fríos, la necesidad de una calefacción eficiente y segura crece en los hogares. Frente a ese desafío, los paneles calefactores radiantes se posicionan como una opción innovadora frente a las estufas eléctricas tradicionales. Su tecnología, basada en radiación infrarroja, permite calentar directamente superficies y objetos sin depender del aire. De esta forma, logran una distribución más uniforme y un confort térmico inmediato.
Estos paneles, de diseño plano, pueden instalarse en techos, paredes o incluso suelos. Además, se integran fácilmente en diversos espacios como cocinas, dormitorios, oficinas o locales comerciales. Algunos modelos permiten su uso en zonas húmedas o al aire libre, según las indicaciones del fabricante.
Uno de sus mayores atractivos es el bajo consumo energético. Requieren aproximadamente 35 W por metro cúbico, lo que representa un ahorro significativo en comparación con sistemas tradicionales.
También aportan beneficios ecológicos, ya que no emiten gases ni requieren combustión. En cuanto a seguridad, eliminan riesgos asociados a superficies calientes, partículas en suspensión y ventiladores, lo que los hace ideales para personas alérgicas o con niños pequeños.
Otra ventaja destacada es su fácil instalación. No se necesitan herramientas especiales ni conocimientos técnicos. Además, funcionan sin ruido y exigen un mantenimiento mínimo gracias a su estructura simple y materiales duraderos.
En abril de 2025, su precio en Argentina comenzaba desde los $400.000, con promociones en cuotas sin interés. Aunque su inversión inicial puede parecer elevada, sus beneficios en consumo, confort y durabilidad lo convierten en una opción cada vez más valorada. Así, los paneles calefactores radiantes ofrecen una alternativa moderna y sustentable para climatizar espacios con eficiencia y seguridad.
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