El asteroide 2024 YR4 presenta ahora un menor riesgo de impacto con la Tierra, ya que las probabilidades de colisión se redujeron a la mitad, según nuevos cálculos.

Los cálculos recientes de la NASA redujeron a la mitad la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Tierra en 2032, pasando del 3,1% al 1,5%. La Agencia Espacial Europea también ajustó sus estimaciones y ahora sitúa el riesgo en un 1,38%. Los expertos esperan que esta cifra siga disminuyendo hasta descartar por completo la posibilidad de un impacto.
El asteroide, detectado en diciembre de 2024, tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de ancho. Aunque no representa una amenaza global, su impacto podría devastar una ciudad. Además, aún se mantiene una leve posibilidad (0,8%) de que colisione con la Luna.
Este escenario reavivó el debate sobre estrategias para desviar asteroides. La NASA ya probó con éxito la misión DART en 2022, impactando contra el asteroide Dimorphos y alterando su órbita. Una opción similar podría aplicarse al 2024 YR4, lanzando múltiples sondas para modificar su trayectoria. Sin embargo, los científicos advierten que una colisión mal calculada podría fragmentar el asteroide y generar nuevos riesgos.
Otras propuestas incluyen el uso de un “tractor gravitacional”, que consiste en enviar una nave pesada para atraer lentamente al asteroide fuera de su curso. También se estudia el uso de propulsores de iones o incluso el rociado de pintura blanca en su superficie para modificar su reflectividad y alterar su trayectoria con el viento solar.
La opción más extrema es la detonación de una bomba nuclear cerca del asteroide, lo que generaría una explosión capaz de desviarlo. Sin embargo, además de los riesgos científicos, esta alternativa plantea dilemas políticos y legales sobre el uso de armas nucleares en el espacio.
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