El objetivo de esta prueba de resistencia extrema era ver la repercusión mental y física de un aislamiento prolongado.
Beatriz Flamini, una deportista española de 50 años, ha completado una experiencia sin precedentes tras pasar 500 días aislada en una cueva a 70 metros bajo tierra, sin contacto directo con el mundo exterior ni luz natural. A pesar de la ausencia de referencias temporales y la falta de contacto humano, Flamini ha declarado que la experiencia ha sido “excelente, insuperable”.
La deportista estuvo sola y en total aislamiento en una cueva situada a unos 10 kilómetros de Motril (Andalucía, sur), con libros, luz artificial y cámaras para grabar su experiencia, aunque sin teléfono ni instrumentos para controlar el tiempo. Un equipo técnico le dejaba comida en un lugar de la cueva sin tener contacto con ella.
Flamini ha afirmado que ha dedicado su tiempo “a leer, a escribir, a dibujar, a tejer, a estar, a disfrutar” y que incluso ha sufrido una invasión de moscas dentro de la cueva. Sin embargo, ha afirmado que nunca pensó en abandonar y que ha logrado cumplir su objetivo con momentos bonitos y difíciles.
La experiencia de Flamini, que va a ser objeto de un documental de la productora española Dokumalia, ha llamado la atención de muchos. El ministro de Turismo, Héctor Gómez, ha estimado que esta prueba de resistencia extrema será de gran valor científico.
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