Rosario Central no hizo un mal partido pero volvió a pagar caros los errores perdió con el carbonero en Montevideo. Ahora jugará Sudamericana.
Rosario Central no pudo cumplir con el objetivo de avanzar a octavos de final de la Copa Libertadores y perdió 2-1 ante Peñarol en Montevideo. Tenía que ganar sí o sí para avanzar y si bien estuvo a la altura y no hizo un mal partido, volvió a hacer gala de la irregularidad que tuvo todo el semestre y el local sacó provecho de los errores.
A Peñarol le alcanzaba con empatar para clasificar, pero sorpresivamente acudió al viejo recurso de hacer tiempo y ensuciar el partido ante un Central que no era superior. Cuando mejor estaba el visitante, llegó el gol de Fernández para el conjunto uruguayo. Después hubo una infracción de Aguerre sobre Mallo que el flojo árbitro ni siquiera chequeó en el VAR.
En un partido muy trabado y luchado, el canalla tuvo algunas aproximaciones que demostraron que el local lejos estaba de ser un “cuco” ante una localía que no se sentía. Llegó el segundo tiempo y Central tenía la posesión pero no las ideas. Lo que intentaba Peñarol se desvanecía y daba la sensación que si los de Russo se animaban un poco podían empatar.
Fue así como una jugada de Campaz terminó en un rebote del arquero que mandó a guardar Agustín Módica a los 66. El 1-1 era justo y demostraba que el partido estaba para cualquiera.
No obstante, el DT realizó algunos cambios totalmente fallidos y sacó a los generadores de juego sin un motivo razonable. Instantes después un error de Lovera en ataque terminó en un contragolpe que capitalizó nuevamente Fernández para poner el 2-1 a los 83.
Se terminó la Libertadores para Central, que deberá rearmarse en el receso con una buena pretemporada y refuerzos. Por lo pronto el domingo juega contra Lanús en el Gigante y ya estarán habilitados Ruben y Copetti, dos delanteros de peso con los que podrá apuntar a la Copa Sudamericana, competencia a la que clasificó al no poder avanzar a octavos.
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