La vicepresidenta Victoria Villarruel fue abucheada a la salida de la misa que se realizó el Flores por la muerte del papa Francisco.
A la salida de la misa que se llevó a cabo en Flores por la muerte del papa Francisco, la vicepresidenta Victoria Villarruel fue abucheada. La funcionaria asistió a la ceremonia en la Basílica de San José para despedir al Sumo Pontífice, pero una vez finalizada, recibió abucheos e insultos por parte de los feligreses y vecinos presentes.
Un grupo de personas ubicado en las escalinatas de la sede católica le cantó “Olé olé, olé olá, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Asimismo, la muchedumbre le gritó “vende patria” y otros insultos y abucheos. Debió salir entre la gente escoltada por la Policía, mientras se dirigía al auto oficial.
En diálogo con la prensa, la vicepresidenta esbozó: “Vengo a acompañar a los católicos y al pueblo argentino en el dolor que sentimos por la pérdida de nuestro santo padre”. Villarruel estuvo presente durante toda la tarde en la ceremonia que se llevó a cabo en la iglesia en la que Jorge Bergoglio se crió y en la que, además, tuvo la revelación de convertirse en sacerdote.
🔴 AHORA | Tras la misa por el papa Francisco, abuchearon a Victoria Villarruel en la puerta de la Basílica de Flores https://t.co/FGoLCsReyj pic.twitter.com/6JeDVLpjGn
— TN – Todo Noticias (@todonoticias) April 21, 2025
Victoria Villarruel fue abucheada a la salida de la misa por el papa Francisco
En cuanto a la misa, estuvo encabezada por el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva. Fue él quien destacó a Francisco por “no tapar los problemas” del mundo, sino por “ponerlos sobre la mesa para generar debate y discusión”. Llamó, en tal sentido, a “vivir su legado” a través de “la unidad” que tanto se necesita.
“Una de las cosas que nos enseñó durante sus años de magistrado de pontificado fue que Dios nos ama con locura, mucho y que nunca se cansa de perdonarnos. Que somos nosotros los que nos cansamos de pedirle perdón”, dijo el arzobispo al inicio de la ceremonia. Y siguió: “Se nos murió el padre de todos, nuestro querido papa Francisco. Como si fuese un ritual familiar, después de haber recibido el impacto de la noticia, venimos aquí, a esta Basílica de San José de Flores, para como familia, como hermanos e hijos, poder venir a esta, la casa del padre, en la que despertó su vocación, en la que vivió desde chico, el barrio de su infancia”.
Finalmente, García Cuerva deseó que “los argentinos, que tanto hablamos de Francisco, nos animemos a vivir su legado, viviendo la unidad que tanto necesitamos. Viviendo verdaderamente como hermanos, tratándonos bien y haciendo lo que tanto predicó Francisco: la revolución de la ternura”, concluyó.
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