Un fallo de la justicia confirmó que el padre no cometió delito, tras un proceso marcado por irregularidades.
Un fallo de la justicia ratificó el sobreseimiento a un padre acusado por su expareja de abuso simple contra su hijo de cinco años. La Cámara Penal confirmó la inexistencia de delito y cuestionó con dureza la investigación realizada por el Ministerio Público de la Acusación.
Tanto el juez de primera instancia como el camarista señalaron negligencias en la actuación de la Fiscalía y de las psicólogas contratadas por la madre, quienes omitieron entrevistar al padre y a su entorno familiar.
Desde febrero de 2021, el progenitor estuvo separado del niño sin estar imputado, hasta que en enero de 2025 fue acusado formalmente. Diez días más tarde, el juez Nicolás Foppiani lo sobreseyó. La resolución se basó en pericias psicológicas forenses que descartaron signos de abuso. La declaración de la niñera fue clave para descartar conjeturas: atribuyó los cambios de conducta del niño a la conflictiva separación de sus padres y a la rápida convivencia con la nueva pareja de la madre.
El camarista Javier Beltramone, al confirmar el fallo, criticó duramente a la Fiscalía por no haber buscado pruebas de descargo. También cargó las costas a la querella y a la parte acusadora por falta de objetividad. Además, reprochó a la jueza de Familia por no haber escuchado al niño en tres años, pese a la disputa vincular en curso.
Ambos jueces subrayaron que los derechos del menor fueron vulnerados por una investigación deficiente y por el incumplimiento reiterado de las visitas dispuestas. En definitiva, la causa se cerró por la inexistencia del delito, y se puso en evidencia la necesidad de mejorar el abordaje institucional en casos de alta conflictividad parental.
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