El ministro de Trabajo de la provincia, Roald “Coco” Báscolo, confirmó la situación, mientras el gobierno busca medidas para contener el impacto en medio de un periodo de recesión.
La provincia de Santa Fe atraviesa un complicado panorama económico y laboral tras sumar 10.000 suspensiones registradas desde noviembre pasado, según informó el ministro de Trabajo, Roald “Coco” Báscolo. El panorama genera preocupación y alarma tanto entre los trabajadores como entre las autoridades provinciales.
Las suspensiones afectaron a 60 empresas de diversos sectores. Son una medida preventiva por parte de los empleadores para evitar despidos masivos. Sin embargo, Báscolo advierte que, de persistir la crisis económica, los despidos podrían volverse inevitables en un futuro cercano.
Estas suspensiones, que comenzaron en noviembre, se realizan mediante acuerdos entre empleadores y trabajadores, quienes primero intentan medidas como la reducción de horas extras y turnos antes de recurrir a esta medida más extrema. Sin embargo, la duración de estas suspensiones temporales es incierta y su renovación está sujeta a la evaluación de la situación económica.
Por sectores
Hasta el momento no se reportaron altos números de despidos en la provincia, aunque las pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables ante la crisis. En el sector metalúrgico, aunque aún no se han producido despidos significativos, la situación es preocupante, especialmente debido a la alta especialización de la mano de obra.
Por otro lado, el sector de la construcción mostró cierta estabilidad gracias a la continuidad de obras privadas y proyectos de obra pública.
Ante este escenario, el Gobierno de Santa Fe estableció mesas tripartitas con cámaras empresariales y gremios para buscar medidas que puedan mitigar el impacto de la crisis en el empleo y la economía provincial, buscando así proteger los puestos de trabajo y garantizar la estabilidad laboral en la región.
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