La adhesión de Finlandia a la OTAN es vista como un punto de inflexión en las relaciones bilaterales ruso-finlandesas, según declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado oficial. El organismo destacó que Rusia se verá obligada a tomar medidas de respuesta tanto técnico-militares como de otro tipo para hacer frente a las amenazas a la seguridad nacional tras la adhesión de Finlandia a la Alianza del Atlántico Norte.
Tras el anuncio de la finalización de todos los procedimientos legales relacionados con la membresía de Finlandia en la OTAN, Moscú afirmó que dará “pasos concretos” en la construcción de defensa en las fronteras del noroeste de Rusia. El carácter de estas medidas “dependerá de las condiciones específicas para la integración de este país en la Alianza del Atlántico Norte, incluido el despliegue de infraestructura militar de la OTAN y sistemas de armas de ataque en su territorio”, señaló el Ministerio.
El bloque militar de la OTAN, por su parte, ha duplicado su línea de contacto directo con las fronteras de la Federación de Rusia, lo que ha producido un cambio drástico en la región del norte de Europa, antes una de las más estables del mundo, según comunicó el Ministerio ruso. La adhesión de Finlandia “ha abandonado definitivamente su identidad propia y cualquier autonomía, algo que la ha distinguido en los asuntos internacionales durante décadas”, afirmó el organismo. Helsinki, ahora convertida en uno de los pequeños países miembros de la Alianza, ha perdido su voz especial en los asuntos internacionales.
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