Rosario Central se impuso a Newell’s por 2-1 con goles de Gaspar Duarte y Jaminton Campaz. Sobre el final descontó Ever Banega. Hubo incidentes en las afueras.

Este domingo Newell’s y Rosario Central volvieron a verse las caras en otra edición del clásico rosarino y la historia volvió a repetirse por cuarta vez consecutiva. El Canalla se hizo dueño del juego y se quedó con los tres puntos en el Coloso Marcelo Bielsa, donde supo ser más efectivo y contundente que la lepra, que no levanta cabeza.
El desarrollo del juego fue friccionado y lento, aburrido por varios pasajes del mismo. Algo típico en esta clase de enfrentamientos. Sin embargo, Central tomó la iniciativa y lastimó con pelotas paradas que Newell’s no supo contener en ningún momento.
La lepra intentó tomar algo de protagonismo con empuje más que con fútbol. Algunas jugadas aisladas de Silvetti o Banega llevaban relativo peligro pero fueron contrarrestadas por Broun y Quintana, grandes figuras del juego.
Cabe destacar la participación de Juan Cruz Komar, que debió ingresar tempranamente ante la lesión de Facundo Mallo. Sacó todo lo que le llegó. Poco a poco Central empezó a bombardear el área leprosa con pelotas paradas hasta que a los 16 minutos un córner desde la izquierda de Malcorra encontró la cabeza de Quintana para que Gaspar Duarte la empuje con la rodilla.
Fue el primer tanto del juvenil canalla y nada menos que en un clásico. Hubo discusiones sobre una presunta posición adelantada, pero las rayas del VAR mostraron que estaba habilitado.
Desde este momento el visitante jugó con el apuro de Newell’s, que disponía de la pelota pero nunca encontró los caminos. Luciano intentaba pero no profundizaba, al igual que Maroni. La defensa auriazul estuvo siempre firme.
En el complemento todo seguiría igual hasta que Malcorra tuvo otro tiro libre. Esta vez fue frontal y en forma de centro. Quintana volvió a ganar de arriba y la bajó para Campaz que llegó de frente y puso el 2-0 con un cabezazo inatajable para Navas.
Ariel Holan ensayó algunos cambios erróneos y Mariano Soso mandó todo lo que tenía. A fuerza de empuje pero sin futbol ni ideas Newell’s buscaba un descuento. Central, por su parte, bajó el nivel y sintió el desgaste físico. Dejó venir a la lepra hasta que Ever Banega encontró una pelota a 30 metros y sacó un zapatazo que no pudo alcanzar Broun.
El 1-2 metió en partido al local, pero su falta de creación y desorientación hizo que todo quede manos de los de Holan, que aguantaron los últimos minutos sin problemas.
Rosario Central alcanzó su cuarto triunfo consecutivo en clásicos y estiró la paternidad a 20 partidos. Además, Newell’s lleva 17 años sin poder ganarle a los de Arroyito de local.
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