Las pericias determinaron que el actor falleció por ahogamiento y por los altos índices de ketamina en su organismo.
El departamento médico forense de Los Ángeles publicó hoy los resultados de la autopsia al cuerpo de Matthew Perry. De acuerdo al reporte, el actor murió a causa de los efectos agudos de la ketamina. Otras de las causas fueron ahogamiento, enfermedad arterial coronaria y el uso de buprenorfina, para tratar el consumo de opiáceos.
Según los forenses, “por los altos niveles de la droga encontrados en su sangre, los principales efectos letales serían sobreestimulación cardiovascular y depresión respiratoria”.
De acuerdo a las investigaciones, Matthew Perry consumía infusiones de ketamina para tratar sus trastornos de ansiedad y depresión. Sin embargo, aclararon que una infusión de ese tipo no pudo haber ocasionado el deceso: “su último tratamiento había sido una semana y media antes de su muerte, y la ketamina en su sistema al fallecer no podría ser de esa infusión, debido a que la ketamina permanece de 3 a 4 horas”, detallaron.
Asimismo se estableció que no había alcohol, metanfetamina, cocaína, heroína, PCP ni fentanilo en su sistema.
El actor fue hallado sin vida en el jacuzzi de su residencia y los reportes indicaron un supuesto infarto. Los testimonios de los investigadores informaban que Perry había dejado de fumar semanas antes de su muerte y que estuvo sobrio el último año y medio.