En mayo de 2023, el yuan se devaluó un 3% y provocó una caída de reservas de USD 500 millones en Argentina.
Esta situación se produce en un contexto en el que la economía china ha disminuido su actividad, lo que ha debilitado su moneda y ha afectado los activos del Banco Central argentino.
Para hacer frente a esta situación, el Gobierno argentino ha tomado medidas como el acuerdo para pagar importaciones chinas en yuanes en lugar de en dólares, con el fin de cuidar las reservas de dólares. Además, el Banco Central argentino ha intervenido en el mercado de contado inmediato y en el mercado de futuros para controlar las presiones de devaluación.
A pesar de estos esfuerzos, el mercado financiero está alerta debido a la situación que está provocando una sangría de reservas inesperada e incontrolable, y el escenario internacional le es absolutamente adverso por su cercanía a China.
La devaluación del yuan también afectaron a las reservas del Banco Central de Argentina en el pasado. En 2022, por ejemplo, la devaluación del yuan le quitó más de USD 1.100 millones de reservas brutas al BCRA. En ese mismo año, la caída de la moneda china frente al dólar le provocó al país una pérdida de casi USD 1.000 millones de reservas.
En cuanto a la estrategia de China para desplazar al dólar en América Latina, se destaca el swap de monedas con dicho país, que no está armado por un monto nominal en dólares, sino que en realidad son nominales de yuanes, por un total de 130.000 millones de yuanes.
El monto de las reservas compuesto por yuanes medido en dólares es de USD 17.970 millones actualmente, mientras que a principios de año estos representaban USD 20.427 millones. Siempre se ha señalado que la devaluación del yuan afecta a las reservas ya que el swap no forma parte de las reservas netas ni líquidas.
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