Las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre en Santa Fe renovarán diputados, definirán alianzas y establecerán la fuerza de los partidos.

En la recta final electoral de 2025, el oficialismo acelera esfuerzos para consolidar una mayoría que le permita avanzar con su reforma estructural. Tras el traspié en Buenos Aires, el Gobierno apunta a Santa Fe y Córdoba, para equilibrar la representación y fortalecer su mayoría.
El 26 de octubre, los argentinos renovarán 127 bancas en Diputados y 24 en Senadores, definiendo la correlación de fuerzas para los próximos dos años. En Santa Fe se disputan 9 bancas de Diputados, mientras que sus tres senadores continúan en funciones hasta 2027. La elección introduce la Boleta Única de Papel (BUP) a nivel nacional, eliminando las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), suspendidas por decisión del Congreso.
El escenario electoral refleja un complejo entramado de alianzas. El peronismo arriesga 46 de 98 escaños en Diputados y 15 de 30 en el Senado. LLA renueva 8 de sus 39 bancas, PRO disputa 21 de 35 en Diputados y 2 de 7 en Senado, sumando escaños al bloque oficialista mediante acuerdos con libertarios. La UCR y la Coalición Cívica también renuevan buena parte de sus diputados, aumentando la tensión en los distritos clave.
En Santa Fe, 16 fuerzas políticas compiten con candidatos como Agustín Pellegrini (LLA), José Lattuca (Defendamos Santa Fe) y Gabriel Chumpitaz (Compromiso Federal). Cuatro exdiputados buscan regresar al Congreso: Gisela Scaglia, Fabián Peralta, Agustín Rossi y Óscar Martínez.
Por otro lado, la participación ciudadana viene en baja en Rosario este año. Así, los registros muestran una participación del 49 al 53% en elecciones recientes, aunque se espera que el voto nacional eleve la concurrencia al 55-60%. Finalmente, se prevé que los primeros resultados surjan alrededor de las 21 y que el escrutinio definitivo comenzará el martes 28 de octubre.



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