¿Y si dejamos de esperar a la política?

Por Sebastián Lamelas – Presidente de Lamelas Real Estate

Es muy común escucharnos repetir hasta el cansancio y la frustración, frases de lo que deberían hacer y dejar de hacer los políticos. Tiene cierta lógica, son nuestros representantes. Administran importantes recursos que se supone deberían generar bienestar para toda la sociedad.


Ahora bien, los políticos no son extraterrestres ni nacen de un repollo. Provienen de nuestra sociedad, de la misma que la tuya y la mía. Entonces pensemos: cada uno en nuestro ámbito, sea en nuestro trabajo, en nuestro entorno familiar, vecinal, social o incluso deportivo, ¿Cómo nos comportamos? ¿Ponemos el bien común por sobre el individual? ¿Buscamos dejar una huella positiva económica, social y ambiental? ¿Respetamos?


El poder de transformación y de impacto -positivo y negativo- que tenemos cada uno de nosotros, es enorme. Más aún, si lo proyectamos a la suma de todos nosotros, al poder que tenemos como comunidad, como sociedad. Es importante que podamos entender ese poder que tenemos. Empecemos a cambiar las cosas desde nuestro lugar, desde nuestro entorno más directo, dejemos de esperar a la política.


En la tragedia de los andes, los sobrevivientes contaban como recibieron -de la improvisada radio que pudieron reparar- la peor noticia que podían escuchar: habían dado por finalizada la búsqueda de sobrevivientes. Se les vino el mundo abajo. Sin embargo, luego comprendieron que fue la noticia más importante que podían haber recibido. A partir de ese momento, supieron que debían valerse de ellos mismos para lograr sobrevivir y encontrar ayuda. Fue desde ese entonces, que se organizaron y comenzaron las largas travesías por la cordillera hasta encontrar al arriero, tras 72 noches en la cordillera.


En nuestro barrio, nuestra ciudad y país, no sé bien cuantos días llevamos en la cordillera, por momentos pareciera que demasiados. Pero lo que si sé, es que si dejamos de esperar a la política, y empezamos a valernos de nuestro propio poder de transformación, desde lo más chico e íntimo, vamos a estar más cerca de encontrar al arriero. Nadie dijo que sea sencillo. Incluso quizás injusto para muchos que vienen aportando su grano de arena, pero necesitamos contagiar ese esfuerzo a otros, para multiplicar y acelerar el impacto.

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