El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, y sus representantes en el Senado se pronunciaron en contra de la nueva ley que prohíbe la ingesta de alcohol antes de conducir. La provincia seguirá aplicando la normativa actual que establece una tolerancia de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre.
El mandatario mendocino, en línea con los intereses del sector vitivinícola, decidió que la provincia no aplicará la Ley de Alcohol Cero al volante, aprobada el pasado jueves en el Senado de la Nación con 48 votos a favor y 9 en contra. Entre los senadores que votaron en contra se encontraban los mendocinos Alfredo Cornejo y Mariana Juri, representantes del gobernador en la cámara alta.
La decisión del gobierno de Mendoza, que ignora los pedidos de los familiares de víctimas de siniestros viales, no sorprende, ya que el mandatario había expresado públicamente su postura meses atrás. En aquella oportunidad, Suárez argumentó que la nueva ley no tendría el efecto deseado, ya que la mayoría de los accidentes de tránsito se producen por conductores que superan la marca de los 0,5 g/l de alcohol en sangre.
El senador de la provincia de Mendoza, Alfredo Cornejo, expresó su postura negativa ante el pleno del Senado respecto a la ley que elimina la contemplación de los 0,5 g/l de alcohol a la hora de manejar, argumentando en contra de la normativa durante más de 20 minutos.
El senador de la “Capital Internacional del Vino” hizo dos comentarios sobre su vida personal para luego señalar que “un solo artículo en la ley de tránsito no resuelve los problemas de tránsito”. Además, sostuvo que la ley perjudicará a las productoras de vino y demás bebidas alcohólicas, ya que la baja del consumo se traducirá en menos empleo y menos hectáreas de producción.
Cornejo cerró su postura ensayando su propuesta para combatir los siniestros viales: “Legislación, racional, amparada y apalancada en evidencia técnica y una gestión de los ejecutivos provinciales y nacional, por qué no municipales, para que los controles existan. De esa forma si veremos reducida la alta tasa de siniestralidad que tiene la Argentina”.
Mientras desde el palco lo miraban los familiares de las víctimas de siniestros de tránsito, por su parte, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), integrada por federaciones y agrupaciones de productores vitivinícolas y propietarios de bodegas, también se opuso a la ley y expresó su rechazo en un comunicado. Según la entidad, la ley es ineficiente e inviable y afectará fuertemente a las libertades individuales y dañará al sector gastronómico argentino, al enoturismo y a la industria vitivinícola. Frente a una problemática compleja, la entidad sostiene que se necesita un abordaje integral y profundo.
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