Trump envió a la Guardia Nacional a Los Ángeles tras días de protestas contra su política migratoria, generando choques con los manifestantes.
Las protestas en Los Ángeles contra la política migratoria del gobierno de Donald Trump se intensificaron tras el despliegue de la Guardia Nacional. Las manifestaciones, que comenzaron en el centro de la ciudad y se extendieron a zonas como Compton y Paramount, derivaron en enfrentamientos. Cientos de personas se reunieron frente al Centro de Detención Metropolitano para rechazar las redadas y exigir el retiro de las fuerzas federales. Muchos gritaron consignas como “¡Vergüenza!” y exigieron el regreso de los uniformados a sus estados.
Durante la jornada, un grupo de manifestantes bloqueó la autopista 101 e incendió varios vehículos. En respuesta, la Policía de Los Ángeles utilizó gases lacrimógenos, municiones de goma y granadas aturdidoras. También intervino la Patrulla de Carreteras de California, que desalojó a los manifestantes del trazado vial. En algunos sectores, no hubo presencia policial y las imágenes mostraron vehículos destruidos mientras ondeaban banderas mexicanas.
Las tropas de la Guardia Nacional, equipadas con escudos y armas largas, se alinearon frente a edificios federales. Su presencia generó tensión y miedo entre los vecinos, especialmente tras la detención de inmigrantes trasladados a ese centro en días recientes. En paralelo, el gobernador Gavin Newsom expresó su rechazo al despliegue. En una carta enviada a Trump, denunció que la medida violaba la soberanía estatal y agravaba el conflicto.
Por su parte, la alcaldesa Karen Bass calificó los hechos como una crisis generada por la administración nacional. Según ella, la decisión tenía fines políticos más que de seguridad. En contraste, Trump justificó la intervención alegando que los gobiernos locales no habían contenido las manifestaciones. Así, esta es la primera vez en décadas que se activa la Guardia Nacional de un Estado sin el consentimiento del gobernador.
Comentarios