Un informe de la Fundación Fundar reveló que la ropa en Argentina es más cara que en otros países de la región. Además, propone cambios para reducir los precios y mejorar la sustentabilidad en el sector textil.
Según un estudio de la Fundación Fundar, la ropa en Argentina cuesta casi un 40% más que el promedio en otros países de la región, con una canasta de prendas que refleja esa diferencia en precios. Frente a esta realidad, Fundar sugiere un plan de acción con tres ejes para hacer la industria textil e indumentaria más competitiva y sostenible, y reducir así el impacto de la presión impositiva, el proteccionismo y la inestabilidad macroeconómica.
Revisión del esquema de comercio exterior
El primer eje del informe de Fundar se enfoca en una “revisión integral de los derechos de importación” que priorice reducir aranceles de insumos y productos no fabricados localmente o con sobreprecios respecto de la región. “La medida busca impulsar prácticas productivas, aumentar la formalidad y cumplir con estándares ambientales”, explica el informe.
Cuando investigamos un tema, lo hacemos en serio. Después de recorrer cada eslabón de la cadena textil-indumentaria, pensamos cómo transformarla en una industria más competitiva y formal, menos dependiente de la protección comercial, menos cara y con mejores condiciones laborales pic.twitter.com/fksoWJWRHb
— Fundar (@fundarpoliticas) October 15, 2024
Incentivos para competitividad y formalización
Para mejorar los costos laborales, Fundar propone un sistema de subsidios que reduzca las contribuciones patronales hasta en un 10% para medianas y grandes empresas de confección. También se plantea eliminar el impuesto a los débitos y créditos, permitiendo que este tributo se use como pago a cuenta de otros impuestos, como IVA o Ganancias, y negociar con las provincias una baja en el tributo a los ingresos brutos. Asimismo, un “programa de beneficios” impulsaría la formalización de las transacciones de indumentaria y productos textiles.
Integración socioproductiva para combatir la informalidad
La Fundación destaca que el 72% de los trabajadores del sector, es decir, unas 134.000 personas, se encuentran en la informalidad. Ante esto, propone crear “polos de confección habilitados” en colaboración con gobiernos locales, ofreciendo a costureros herramientas de financiamiento para alquilar espacios productivos. “Estos polos cooperativos pueden desarrollarse en instalaciones ociosas del Estado o a través de bancos públicos que faciliten el acceso a garantías y seguros”, explica el informe.
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