Esta alergia ha cobrado cada vez más relevancia en el ámbito de la salud infantil y se trata de una reacción adversa del sistema inmunológico ante las proteínas presentes en la leche de vaca y sus derivados.
La APLV es una condición que se diferencia de la intolerancia a la lactosa ya que involucra una respuesta inmunológica. Los síntomas pueden variar e incluyen erupciones cutáneas, hinchazón, vómitos, diarrea y, en casos extremos, dificultad respiratoria o shock anafiláctico. Estos síntomas pueden aparecer poco después de la ingestión de productos lácteos o derivados que contengan proteínas de la leche de vaca.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de APLV se basa en la historia clínica del paciente y en pruebas médicas específicas, como pruebas cutáneas y análisis de sangre. Ante la sospecha de esta alergia, es fundamental consultar a un profesional de la salud para evitar complicaciones y garantizar un diagnóstico preciso.
El tratamiento principal para la APLV consiste en eliminar por completo los productos lácteos y sus derivados de la dieta del paciente. Esto puede ser un desafío, especialmente en la infancia, ya que la leche y sus derivados son una fuente importante de calcio y otros nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de los niños.
La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica impulsó la conmemoración de la Semana de la Alergia Alimentaria entre el 21 y el 25 de agosto para concientizar sobre la problemática e indicaron que más de cuarenta bebés nacen cada día con esta condición, convirtiéndose la leche de vaca en el principal motivo de la alergia.