A pesar de las condenas, la familia Dupuy sigue pidiendo respuestas ante la negligencia de los profesionales involucrados.
El 26 de noviembre se cumple el tercer aniversario del asesinato de Lucio Dupuy en Santa Rosa, La Pampa, un caso que conmocionó a la nación. Lucio fue víctima de violencia física y abuso sexual por parte de su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez. Las dos mujeres fueron condenadas a cadena perpetua por asesinato y tortura.
El caso Dupuy expuso fallas sistémicas
El crimen de Lucio, con sus características de violencia, ensañamiento y abuso sistémico, expuso inquietantes fallas en los sistemas de salud, educación y justicia. Aunque el niño fue llevado al hospital repetidas veces con heridas evidentes, ningún profesional denunció el abuso.
El juicio contra Espósito Valenti y Páez fue seguido por todo el país y, a pesar de que las condenas fueron firmes, la familia insistió en que se investigaran otras deficiencias del caso. La familia presentó denuncias contra trabajadores de la salud y el ámbito educativo por la negligencia que provocó la tragedia. Además, cuestionaron la actuación del sistema judicial, que otorgó la custodia a las acusadas a pesar de sus antecedentes.
La ley Lucio y su importancia en la prevención
Un aspecto clave de la lucha de la familia fue la creación de la Ley Lucio, que fue promulgada en 2023. Esta ley busca prevenir la violencia y abuso infantil, estableciendo un Plan Federal de Capacitación obligatorio y medidas para la protección de los denunciantes. Ramón Dupuy destacó la importancia de la ley como un homenaje a su nieto, en un esfuerzo por evitar que otros niños sufran una tragedia similar.
El caso de Lucio también demuestra que la justicia y las instituciones deben estar mejor preparadas para identificar y proteger a las víctimas de abusos y malos tratos.
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