La Organización Mundial de la Salud realizó un informe sobre la incidencia del celular en el cáncer y reveló los resultados.
Durante más de dos décadas, los usuarios de teléfonos celulares vivieron con la teoría de que las radiaciones de estos dispositivos podian aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. Este podía darse en el cerebro, la cabeza o el cuello. Este temor se originó en 2011, cuando la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dependiente de la OMS, clasificó la exposición a los teléfonos móviles como un “posible carcinógeno”. Sin embargo, un nuevo informe comisionado por la OMS ha concluido que no existe evidencia de que el uso de teléfonos celulares incremente el riesgo de cáncer. El mismo está basado en 63 estudios realizados a lo largo de los últimos 30 años en una decena de países.
El reciente informe fue liderado por Ken Karipidis, director adjunto de evaluación de impactos en la salud de la Agencia Australiana de Protección contra la Radiación y de Seguridad Nuclear. El mismo proporciona la evidencia más sólida hasta la fecha de que las ondas de radio de las tecnologías inalámbricas no representan un peligro para la salud humana.
Cabe destacar que el informe no solo se centró en el uso de teléfonos móviles, sino que también evaluó la exposición a la radiación de antenas de telefonía. Esta es otra fuente de preocupación común. Según los investigadores, no hubo asociación entre la exposición a antenas y un aumento en el riesgo de cáncer.
NOTA RELACIONADA
Comentarios