Investigadores estadounidenses descubrieron posibles restos del arca de Noé en las montañas del este de Turquía.

Un equipo de investigadores estadounidenses descubrió restos del arca de Noé, evidencia que podría revolucionar tanto la historia como la arqueología bíblica. El descubrimiento fue en las montañas del este de Turquía, gracias a tecnología de radar de penetración terrestre. Esto permitió mapear una formación subterránea de gran tamaño, de características similares a las que describe la Biblia.
El descubrimiento fue realizado por el equipo de Noah’s Ark Scans, dirigido por Andrew Jones. Fue en la zona de Durupinar, una región ya señalada en décadas anteriores como posible ubicación del Arca. Según informaron medios internacionales como el New York Post, los escaneos detectaron una estructura con forma de embarcación, de unos 163 metros de largo, una medida que coincide con las especificaciones del Arca descritas en el libro del Génesis.
Descubrieron posibles restos del arca de Noé: ¿qué encontraron exactamente?
La estructura descubierta no solo coincide en forma y dimensiones con el relato bíblico, sino que también presenta tres capas subterráneas paralelas, similares a los niveles del barco mencionados en la historia de Noé. Además, los análisis mostraron estructuras rectangulares angulares, que podrían tratarse de compartimentos o habitaciones bajo una superficie comparable a una cubierta.
Los expertos también detectaron materia orgánica en el interior de la formación, así como variaciones en los niveles de pH y potasio, lo que podría indicar la presencia de elementos no naturales. Todos estos indicios fortalecen la hipótesis de que se trataría de una construcción artificial.
A pesar del entusiasmo, el equipo aclara que aún no se puede confirmar la autenticidad del hallazgo. Para avanzar, planean llevar adelante una toma de núcleos mediante perforaciones y realizar nuevos escaneos que permitan evaluar con mayor precisión qué hay realmente bajo la superficie.

¿Qué dice la historia bíblica?
Según el Libro del Génesis en el Antiguo Testamento, Dios ordenó a Noé construir un arca de madera para salvarse del diluvio universal que destruiría a la humanidad debido a su corrupción. La embarcación debía tener 300 codos de largo (unos 137 metros), 50 de ancho y 30 de alto, y debía contar con tres niveles y un techo.
Noé obedeció la orden divina, construyó el arca y llevó consigo a su familia y a una pareja de cada especie animal. Luego del diluvio, el arca habría reposado sobre las montañas del Ararat, ubicadas en lo que hoy es el este de Turquía.
Desde hace siglos, exploradores y creyentes han intentado encontrar vestigios de esta embarcación, convirtiéndola en uno de los grandes misterios arqueológicos y religiosos de la historia.
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