Estos electrodomésticos que tenés en casa están consumiento energía aunque no los estés utilizando. Te dejamos tres trucos para reducir tu factura de luz.

El televisor es un elemento presente en la gran mayoría de los hogares. Su uso puede representar una suma considerable en la factura de electricidad, sobre todo cuando se trata de modelos conectados a internet. Estos incluso consumen energía cuando no los estás utilizando. Te dejamos unos consejos para que reduzcas tu factura de luz.
¿Cuánta energía consume una TV?
El tipo de televisor es crucial al considerar su consumo energético. Los Smart TVs, con sus capacidades avanzadas, tienden a consumir más que los modelos convencionales. Un televisor convencional consume unos 200 vatios por hora; un Smart TV puede utilizar incluso hasta diez veces más. Elementos como el brillo de la pantalla y el volumen también influyen en el consumo.
Tres trucos para reducir el consumo
- Ajustar el brillo de la pantalla: configurar el brillo según la iluminación del ambiente puede ayudar a reducir el consumo energético, ya que en situaciones con luces bajas no es necesaria una pantalla tan brillante.
- Desactivar funciones no utilizadas: sensores de movimiento, control por voz o aplicaciones preinstaladas son funciones que consumen energía, y es mejor desactivarlas si no se utilizan con frecuencia.
- Evitar el modo de espera: dejar el televisor en modo de espera sigue consumiendo energía. Es recomendable apagar completamente el aparato cuando no se esté utilizando.
Consejos a la hora de comprar una nueva TV
Al comprar un nuevo televisor, es importante verificar su eficiencia energética a través de las etiquetas correspondientes, que van desde A++ hasta G. El tamaño de la pantalla es otro punto a considerar, ya que a mayor tamaño, mayor consumo energético.
Optimizar el consumo energético de los televisores no solo beneficia la economía doméstica, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente. Con pequeños ajustes y una elección consciente al adquirir un nuevo televisor, es posible reducir significativamente nuestra huella de carbono.