Avance contra el cáncer: Nuevo punto débil descubierto en células madre cancerosas

Un equipo de científicos de la Universidad de Berna, el Inselspital Bern, y la Universidad de Connecticut descubrió un punto débil de algunos tumores que podría convertirse en la clave para desarrollar un arma muy eficaz contra el cáncer.

Este avance podría tener implicaciones en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata, que es la causa más común de muerte por cáncer en hombres mayores de 75 años de edad.

Este descubrimiento se basa en el estudio de un complejo llamado espliceosoma, un componente de la maquinaria celular que participa en el proceso por el cual los genes se transforman en proteínas. Los científicos han identificado un mecanismo que los tumores utilizan para proliferar y que, hasta ahora, no se había analizado. Este mecanismo es un punto débil que podría abrir la puerta a nuevas terapias contra el cáncer, quizás más efectivas que las actuales.

Ya sabemos que el ADN compone el libro de instrucciones de un organismo. Es decir, los genes indican todo lo necesario para su funcionamiento e incluso para su apariencia. Pero no todos los genes se leen a la vez, como tampoco solemos leer a la vez el libro de instrucciones de una lavadora. Generalmente, recurrimos a la parte que necesitamos en cada momento. Eso es lo que ocurre en nuestro organismo. Pero, para que se puedan utilizar correctamente esas instrucciones, deben pasarse a un idioma que las células sepan leer. Por eso, el ADN se transcribe a algo llamado ARN mensajero y, después, se traduce a proteínas, que son las que finalmente harán efectiva toda esa información.

Pero no todos los genes se convierten en proteínas al final. Hay algunos, conocidos como genes no codificantes, que tienen otras funciones, pero no terminan traduciéndose. Para seleccionarlos, como el trabajador que elimina las piezas mal fabricadas en una línea de producción, nuestras células cuentan con el espliceosoma. Su función es, básicamente, retirar los fragmentos del ARN mensajero que no se pueden leer y fusionar el resto, para que puedan traducirse en proteínas. 

Consta de dos partes, el espliceosoma mayor y el menor. El primero es el que procesa la mayoría de genes. Sin embargo, en el menor se procesan prioritariamente los genes asociados al crecimiento y la división celular. Dado que los tumores proceden precisamente de células que se dividen descontroladamente, no sería extraño que pudiese haber alguna relación con el cáncer. Y, efectivamente, cuando estos científicos buscaron ahí un punto débil que sirviera como arma contra el cáncer, lo encontraron.

Estos científicos analizaron varias muestras de cáncer de próstata avanzado y observaron que en ellas había una mayor cantidad de un componente concreto del espliceosoma menor.

Aunque esta investigación se ha centrado en el cáncer de próstata, el mecanismo descubierto podría encontrarse en otros muchos tumores. Esto sugiere que este descubrimiento podría tener un impacto significativo en la lucha contra el cáncer en general.

El cáncer de próstata se diagnostica mediante pruebas que incluyen imágenes por resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC), linfadenectomía pélvica y biopsia de vesícula seminal. El tratamiento del cáncer de próstata en estadio I generalmente incluye vigilancia activa, prostatectomía radical con linfadenectomía pélvica, radioterapia de haz externo y participación en ensayos clínicos de terapia por ecografía enfocada de alta intensidad.

Aunque este descubrimiento es prometedor, todavía queda mucho camino por recorrer. Sin embargo, este avance en la comprensión de los mecanismos que subyacen al cáncer de próstata y otros tipos de cáncer podría ser un paso importante hacia el desarrollo de terapias más efectivas y menos agresivas.

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