Se trata de Juan Manuel Elordi, futbolista de Independiente Rivadavia de Mendoza, quien festejó un gol contra su ex club haciendo referencia al grave hecho.
El fútbol argentino se destaca no solo por su tradicional pasión y competitividad, sino también por sus vicisitudes, y en las categorías del ascenso abundan. Hay historias de superación, pero también de corrupción. Y esta es una de ellas. Este miércoles, el jugador Juan Manuel Elordi, a través de sus redes sociales, realizó una grave acusación en contra de su ex club, Tristán Suárez.
Actualmente Elordi juega en Independiente Rivadavia de Mendoza y su equipo marcha primero en la Zona B de la Primera Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino.
En el último encuentro disputado, Juan Manuel Elordi enfrentó a su antiguo club y marcó un gol en el triunfo por 3-0. En la celebración del tanto, Elordi festejó haciendo un gesto de que “no iba a pagar”. Es por esto que después decidió hacer una publicación en Instagram aclarando la situación, titulando el posteo: “Fútbol, capítulo un millón”.
El lateral izquierdo expresó: “Mi viejo me había mostrado los mensajes que le decían ‘yo ya lo metí en el banco, si querés que juegue, tenés que poner la plata’ y ‘así es el fútbol, vos no sabés nada’, entre otras cosas”.
Elordi comentó que en ese momento, en el año 2015, la situación lo confundía: “A mí con 20 años no me entraba en la cabeza que podía pasar eso. ¿Cómo iba a pagar para jugar? ¿No tenía que ganarme el lugar? ¿Dónde quedaba mi orgullo? ¿Dónde estaba el fútbol?”.
Ocho años después le tocó volver a esa cancha y meter un gol, lo cual despertó los recuerdos de la frustración que experimentó: “Durante seis meses, fui a entrenar sabiendo que no tendría ni la más mínima oportunidad. Nunca le conté a nadie, ni a mis compañeros ni al club. Me hicieron dudar de todo”.
Para terminar, Elordi dijo: “Yo sé que la gente que estaba en el club en ese momento no es la misma que la de ahora. Y pido disculpas si ofendo a alguien, pero el fútbol me volvió a dar una revancha personal y sentía que tenía que compartirla”.
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