La Asociación Casco Histórico junto a vecinos frentista de plaza Pringles plantearon los primeros reparos ante el avance peatonal en zonas del centro.
“Esto no es Ámsterdam”, dijeron desde la Asociación Casco Histórico ante la idea de acotar el ingreso de autos al microcentro de la ciudad. La reactivación de la zona tiene que ver con experiencias positivas como La Noche de las Peatonales fomentan la idea de la Municipalidad de Rosario para “peatonalizar” más espacios.
Un ejemplo es la aprobación de un proyecto que establece que el pasaje Álvarez será un espacio prioritario para que peatones puedan caminar, por lo que se levantará el estacionamiento en la vía pública y se habilitará una “isla gastronómica” en la plaza.
“Queremos acompañar la revitalización del centro desde el planeamiento para lograr que sea una zona más caminable y amable con el peatón y el usuario, que son los vecinos, pero también la gente que va para distintas fechas o días de la semana a consumir, pasear o trabajar”, explicó hace un tiempo Agustina González, secretaria de Planeamiento municipal.
Sin embargo, habitantes del Paseo del Siglo, a través de un comunicado, difundieron sus reparos: “Existe malestar porque nuestra plaza, pese a la mugre y a las ocupaciones de personas en situación de calle, funciona. Alrededor de ella hay edificios donde vive mucha gente y si la idea es hacer todo el sector semipeatonal o peatonal seguirán expulsando vecinos del centro”, sentencieron.
Si bien estos vecinos admiten que los últimos acontecimientos que tuvieron lugar en el centro han sido favorables, consideran que la restricción permanente al tránsito vehicular sería contraproducente. “Con esto van a transformar el único lugar del centro que funciona en forma autónoma en tierra de nadie”, explicaron.
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