En una reciente confirmación, el Ejército de Ucrania ha recibido oficialmente las temidas bombas de racimo que fueron prometidas por Estados Unidos la semana pasada.
Este armamento ha generado controversia debido a su impacto en la población civil y su capacidad de causar daños indiscriminados en áreas de conflicto.
Declaración de las tropas ucranianas
El comandante de la Operación de las Fuerzas Conjuntas de Tavria, Oleksander Tarnavski, ha informado que las Fuerzas Armadas ucranianas aún no han utilizado estas bombas de racimo proporcionadas por Estados Unidos. Sin embargo, Tarnavski reconoce que estas municiones tienen el potencial de “cambiar radicalmente” el curso de la guerra.
El comandante Tarnavski señaló que el enemigo también comprende que al obtener esta munición, Ucrania tendrá una ventaja estratégica. Sin embargo, la decisión de utilizar estas bombas de racimo en zonas específicas dependerá del liderazgo superior y se ha establecido el compromiso de no utilizarlas en áreas con presencia de civiles.
¿Qué son las bombas racimo?
Las bombas de racimo son proyectiles que contienen múltiples submuniciones explosivas. Estas submuniciones se dispersan sobre un área amplia y pueden explotar al impactar contra el suelo o en un momento determinado. Su poder destructivo en una zona extendida es considerable, ya que pueden liberar cientos de pequeñas bombas en un radio de hasta 400 metros.
Posición de países y organizaciones
Estas municiones están prohibidas en más de cien países debido a su capacidad de causar daños indiscriminados y afectar a civiles en áreas de conflicto. Sin embargo, países como Estados Unidos, Ucrania y Rusia no han firmado la Convención sobre Municiones de Racimo, lo que ha generado críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos y promotoras del control de armas.
Tanto las tropas rusas como las ucranianas han utilizado bombas de racimo durante el conflicto en Ucrania, lo que ha resultado en la pérdida de vidas civiles y graves lesiones en aquellos que logran sobrevivir a los ataques. Organizaciones como Human Rights Watch han denunciado el uso de estas armas y han pedido a los países involucrados que no las utilicen.
A pesar de las críticas, Estados Unidos ha enviado estas bombas de racimo a Ucrania como parte de su ayuda militar. El objetivo declarado es equilibrar la superioridad numérica de Rusia en artillería. Sin embargo, estas armas siguen siendo objeto de preocupación debido a su impacto en la población civil.
Es importante destacar que las bombas de racimo están prohibidas en la mayoría de los países debido a su impacto en la población civil. La Convención sobre Municiones de Racimo prohíbe su uso, almacenamiento, producción y transferencia. Sin embargo, la falta de adhesión de algunos países a esta convención ha generado un debate sobre la necesidad de una regulación más estricta en el uso de estas armas.
Comentarios