Grupos de campesinos cocaleros cortan las calles manifestando así su rechazo a la intención del Estado de detener a Evo Morales.

Seguidores del expresidente de Bolivia, Evo Morales, tensan la cuerda con el Gobierno de Luis Arce. Desde el lunes, campesinos cocaleros cortan la mayor parte de las calles que comunican el Chapare con el resto de Bolivia.
De esta forma se encuentran rechazando la intención del Gobierno de detener a Morales para enjudicarlo por un presunto caso de abuso de menores.
Las autoridades judiciales emitieron también un alerta migratoria para evitar que Morales salga del país.
El líder indígena se encuentra ahora refugiado en su hogar en Villa Tunari, una pequeña ciudad que vive de la coca y el turismo en Chapare.
Los manifestantes explicaron que buscan “resguardar la libertad, integridad y evitar el secuestro del expresidente”.
La acusación
El presidente del Movimiento al Socialismo está siendo investigado por la fiscalía boliviana debido a una denuncia de estupro, en la que se le acusa de haber tenido un hijo con una adolescente de 15 años en 2017. Esta información fue confirmada por el fiscal General del Estado, Juan Lanchipa
Además, se presentaron otras acusaciones que incluyen abuso sexual y trata de personas. Estas denuncias fueron parte de un contexto político tenso en Bolivia, donde algunos aliados de Morales argumentan que las acusaciones son parte de una persecución política
Morales defendió su inocencia, calificando las acusaciones de “todo falso” y pidiendo que no se involucren con su familia. Sin embargo, la situación generó un gran debate en el país, especialmente en el marco de las próximas elecciones.
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