Titulado “El Final”, el episodio número 180, fue el más esperado de la historia de las sitcoms, batió ratings y dio cierre a uno de los mejores programas de televisión de todos los tiempos.
Los 90 fueron esa época de novedades tecnológicas, de peinados que buscaban alejarse de la década anterior y de muchas referencias artísticas que se convirtieron en íconos de la cultura pop. Pero también, dentro de esa década están los nueve años de la serie que dio un giro en la televisión estadounidense, y luego global. “Seinfeld” llegó para mostrar el costado bizarro, ácido y frívolo que todas las personas tenemos en mayor o menor medida.
La sitcom, ideada por las mentes del escritor y guionista Larry David y del propio protagonista Jerry Seinfeld para la cadena NBC, es considerada como uno de los mejores shows televisivos de todos los tiempos, por publicaciones especializadas y desde luego, por el público.
Hay un hecho que describe perfectamente lo que ocurrió en la noche de aquel 14 de mayo de 1998 cuando se emitió el último capítulo después de nueve temporadas al aire. Resulta que esa noche Frank Sinatra tuvo un infarto. El cantante de 82 años sintió un fuerte dolor en el pecho y minutos después su enfermera llamó al 911. La ambulancia tardó solo cuatro minutos en llegar al domicilio, un tiempo increíble debido al tráfico típico de la ciudad. El motivo de esa celeridad fue que 76,3 millones de personas, casi un tercio de Estados Unidos, estaban encerrados en sus casas sentados frente al televisor viendo el último episodio de la serie cómica. Sinatra falleció esa noche, pero los médicos que lo atendieron aseguraron que, de no haber llegado tan rápido la ambulancia, el cantante no hubiera llegado al hospital con vida para que intentaran reanimarlo.
“Seinfeld” es una recopilación de situaciones cotidianas, un show “sobre la nada misma” según sus propios actores. Circunstancias a veces absurdas, irónicas y grotescas, pero todas envueltas en una atmósfera de un humor ácido e histriónico que caracteriza a cada uno de los personajes y los vuelve únicos y a la vez queribles. Jerry Seinfeld, George Costanza (Jason Alexander), Elaine Benes (Julia Louis Dreyfus) y Kramer (cuyo nombre de pila, “Cosmo” es revelado a mitad de la serie) (Michael Richards) entran y salen del departamento en un enredo de amores, odios y situaciones tan variopintas como banales.
El último episodio, el 180, fue escrito por Larry David y dirigido por Andy Ackerman y el hermetismo fue tal que la grabación no tuvo público en el set como en los 179 capítulos anteriores, solo pudieron asistir familiares de los actores y algunos trabajadores de la cadena NBC.
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