Un informe llevado a cabo por científicos de diversas naciones reveló que una gran cantidad de individuos estuvieron expuestos a partículas nocivas para la salud.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature reveló que los estragos causados por las llamas persisten incluso después de que el fuego se haya extinguido.
Investigadores de China, Australia y Estados Unidos llevaron a cabo este estudio, determinando que el humo proveniente de los incendios forestales deterioro la calidad del aire y estima que más de 2 millones de personas fueron expuestas a partículas tóxicas.
Los expertos analizaron la contaminación a nivel global causada por los incendios forestales entre los años 2010 y 2019, y destacaron el impacto significativo que el humo tuvo en la población mundial, así como su relación con el deterioro de la salud.
Los datos revelados son alarmantes, mostrando que, en promedio, las personas respiraron estas sustancias tóxicas durante 9,9 días al año.
Los países más afectados por esta exposición fueron aquellos con economías más pobres, principalmente en África Central, seguidos por el Sudeste Asiático, Sudamérica y Siberia. Por otro lado, las regiones con mejores condiciones económicas presentaron niveles de exposición a la contaminación más bajos.
Datos desalentadores
El estudio también reveló que, entre los años 2010 y 2019, aproximadamente 2.180 millones de personas estuvieron en contacto con las partículas nocivas emitidas por los incendios forestales.
La exposición al aire tóxico tiene efectos graves en la salud humana, incluyendo un aumento en la mortalidad y la morbilidad. Además, la inhalación del humo de estos incendios empeora las enfermedades cardiorespiratorias y afecta la salud mental.
Cabe destacar que el humo de los incendios forestales puede viajar a lo largo de millones de kilómetros y afectar a poblaciones mucho más grandes que las presentes en el lugar del siniestro, lo que pone en riesgo la salud pública y aumenta la contaminación atmosférica.
Esta problemática requiere de acciones urgentes y coordinadas a nivel global para mitigar los efectos perjudiciales de los incendios forestales y proteger la salud de las personas en todo el mundo.