Con su historia podría cambiar la psiquiatría: una nueva investigación sugiere que un subgrupo de pacientes con afecciones mentales, en realidad, podrían padecer enfermedades autoinmunes que atacan al cerebro.
Antes de convertirse en paciente, April Burrell estudiaba contabilidad en la Universidad de Maryland Eastern Shore, pero, tras un suceso traumático que vivió a los 21 años, desarrolló una psicosis que la introdujo en un estado constante de alucinaciones visuales y auditivas.
Burrell fue diagnosticada con una forma grave de esquizofrenia que afecta al 1% de la población mundial que altera de manera drástica la forma en la que los pacientes perciben la realidad, y pasó 20 años en estado catatónico. Los médicos descubrieron que, aunque la enfermedad de la joven era clínicamente indistinguible de la esquizofrenia, también padecía lupus, una enfermedad autoinmune que estaba atacando su cerebro. Sin embargo, después de mucho tiempo de tratamientos específicos, April despertó.
El caso de esta mujer podría transformar la atención que se tiene sobre algunos pacientes psiquiátricos que están muy enfermos, muchos de los cuales se encuentran en instituciones mentales. De hecho, 200 pacientes con enfermedades autoinmunes que están internados hace años, de acuerdo a investigadores que trabajan con el sistema de salud mental de Nueva York, podrían ser ayudados.
Científicos de diferentes países del mundo están realizando investigaciones similares a través de las cuales conocen que estos procesos autoinmunes e inflamatorios subyacentes son más comunes de lo que se creía en pacientes con síndromes mentales.
Comentarios