Pillín Bracamonte era el histórico barra de Rosario Central, tenía causas por lavado de dinero y violencia de género
Andrés “Pillín” Bracamonte era uno de los jefes de la barra de Rosario Central. Además era uno de los jefes de hinchada con mayor tiempo de duración en ese lugar en el fútbol argentino. Este sábado por la noche, cuando salía del Gigante tras la derrota de Central ante San Lorenzo, lo interceptaron a bordo de su camioneta. Desde una moto le pegaron varios tiros que le ocasionaron la muerte. Viajaba junto a su ladero Daniel “Rana” Atardo, que también fue acribillado.
Allá por finales de los 90 y principios de los 2000, en la tribuna canalla estalló la guerra por la jefatura. Dos facciones se peleaban el puesto, los “Pillines”, liderados por Andrés Bracamonte, y los “Chaperos”, conducidos por Juan Bustos. Los conducidos por Bracamonte, se quedaron con el poder, no sin que antes corriera mucha sangre.
A partir de allí, Andrés Bracamonte comenzó a tejer una red enorme de conexiones de todo tipo. Y muchos hinchas canallas valoraban que había logrado “ordenar” una tribuna que era un caos de inseguridad y violencia. “Nosotros tenemos códigos, cuidamos a los hinchas en la tribuna y en los viajes. Con nosotros, en la hinchada de Central no pasa lo que pasaba antes, que era un descontrol”, declaraba Bracamonte en un documental sobre barras, hace poco más de una década.
Luego se fue metiendo en otros negocios turbios, como lavado de activos y extorsiones. Por los que más tarde fue investigado e imputado. Fueron largos años en los que los allanamientos ni le pasaron cerca- Hasta que finalmente quedó expuesto y cayó preso.
Episodios recordados de Pillín Bracamonte
Uno de los episodios más recordados del jefe de la barra canalla fue cuando fue deportado de Sudáfrica durante el Mundial 2010. Todo se dio cuando quiso formar parte de ese grupo de barras que viajaron al campeonato del mundo con el nombre de “Hinchadas Unidas”. Pero las fuerzas de seguridad sudafricanas lo identificaron en el aeropuerto, lo tuvieron incomunicado junto a otros barras de Argentina y lo mandaron de vuelta.
A medida que su poder económico crecía, “Pillín” fue cambiando su vida. Se mudó con su pareja a un country de Ibarlucea. Allí cada lote costaba desde 120 mil dólares para arriba. Más tarde, desde ese mismo lugar, la policía se lo llevó esposado. Todo luego de un allanamiento en el que le secuestraron millones de pesos, vehículos y documentación que lo comprometía.
Luego comenzaron los episodios de violencia de género de Bracamonte hacia su ex novia. El 27 de marzo de 2018, Bracamonte corrió con un bate de béisbol a su ex pareja en el interior de su casa de Álvarez Thomas al 1800. Dicha situación, fue después de que la mujer le dijera que no quería continuar con la relación. La otra intimidación tuvo lugar el 19 de octubre de 2018, cuando la mujer contó que fue amenazada. Todo se dio al salir de su casa para llevar a su hijo a la escuela encontró a “Pillín” en una camioneta blanca en la puerta de su casa. El jefe de la barra bajó una ventanilla y la amenazó con un objeto.
Caída y muerte de Pillín Bracamonte
En los últimos años el poder de Bracamonte empezó a ser cuestionado. Así como también disputado en el Gigante de Arroyito. Bracamonte estuvo en el centro de las noticias varias veces este año. La más reciente había sido en agosto, después del último clásico que se jugó en el Gigante de Arroyito. Allí intentaron matarlo a tiros en el Parque Alem, donde estaba junto con su última pareja.
Mientras tanto en febrero de este año también le dejaron un cartel en el country de Ibarlucea en el que vivía y realizaron disparos al aire. Su panorama judicial también era complejo. Sumado a esta causa tenía un proceso por lavado de activos en la Justicia federal y otro por asociación ilícita y extorsiones en el fuero provincial.
Nuevamente, violencia en la hinchada de Central
Pero también una seguidilla de tensos episodios en la popular en el Gigante. Según testimonios, el 1° de octubre, cuando Central goleó a Vélez, hubo un “entredicho” entre Samuel Medina, yerno del líder de Los Monos Ariel Máximo Cantero, y gente que respondía a Bracamonte. Extraoficialmente, lo que se sugirió es que Medina, conocido también como “Gordo Samu”, intentó copar la barra por una orden de alguien que estaba “arriba suyo”. Al salir del partido, Medina fue emboscado en la zona norte, en Juan Pablo II y José María Fernández. Desde una moto, le dieron 16 disparos que le ocasionaron la muerte en el acto.
En el siguiente encuentro Central recibió a Banfield. Tras la apertura del marcador del Taladro, desde la popular tiraron bombas de estruendo que suspendieron momentáneamente el partido. Además un grupo de hinchas desplegó varias banderas que decían “Siempre mono, nunca sapo” y “No respetamos a nadie”. Todas esas oraciones estaban acompañadas por las siglas LMQ que significa “La mafia quiqueña”, en alusión al apodo de “Gordo Quique” Samuel Medina.
El Canalla volvió a jugar en el Gigante el jueves 31 de octubre ante Barracas Central. Allí fueron varios hinchas los que vieron cómo en la popular donde está la barra le dieron una golpiza a una persona que se presentó como un “emisario” de Los Monos.
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