Se trata de los cabecillas de la “barra brava disidente” de Newell´s Old Boys, quienes contrataron a la pareja también imputada para realizar las amenazas a Di María.
La Justicia de Rosario dio un nuevo golpe al crimen organizado en la ciudad, al desbaratar una peligrosa red criminal involucrada en las amenazas contra el futbolista Ángel Di María.
En una audiencia realizada este viernes, el fiscal Pablo Socca imputó a Alejandro Nicolás Ficcadenti y Sergio Gabriel Di Vanni como autores intelectuales de las amenazas, ordenando su prisión preventiva.
Según la acusación, Ficcadenti y Di Vanni, pertenecientes a una facción disidente de la barra brava de Newell’s Old Boys, habrían planificado y organizado el ataque contra la familia del jugador, con el objetivo de impedir su regreso al país y posicionarse como los nuevos líderes de la barra.
Para llevar a cabo el plan, los imputados habrían contratado a Pablo Acotto y Sara Gutiérrez, quienes el pasado 25 de marzo se trasladaron hasta el barrio cerrado Miraflores, donde reside la familia Di María, y realizaron disparos contra la vivienda y arrojaron una nota intimidatoria.
La investigación reveló que Ficcadenti y Di Vanni habrían contado con el apoyo de Ariel Máximo “Guille” Cantero, un reconocido líder criminal, quien habría alentado a Ficcadenti a tomar el control de la barra brava.
La detención de Ficcadenti y Di Vanni representa un importante avance en la lucha contra la violencia en el fútbol y el crimen organizado en Rosario. Sin embargo, las autoridades advierten que aún queda mucho por hacer para desarticular completamente estas redes criminales.
El caso
Ficcadenti encargó a Di Vanni la realización del ilícito, el cual a su vez, encargó el “trabajo” a personas de su confianza siendo el pasado 25 de marzo, en horas de la madrugada cuando; Pablo Acotto de 35 años, y Sara Gutiérrez de 23, a cambio de la suma de $ 4.000.000 (cuatro millones de pesos), se trasladaron ambos a bordo de un Renault Megane gris, por calle Fuerza Aérea al 4200 de Funes frente al barrio cerrado Miraflores, realizando disparos con un arma de fuego para luego arrojar la nota intimidatoria descripta, dándose a la fuga.
Dos días antes se desprende de su teléfono celular que Di Vanni le indicó a Pablo Acotto mediante un mensaje de Whatsapp que el día domingo o lunes efectuarían el hecho, para que salga en el noticiero. Consumado el hecho, al día siguiente, Acotto mediante la misma mensajería manifestó que el mismo se realizó con éxito.Impacto en la Sociedad.
El hecho cometido tuvo el objetivo de impedir que el jugador de fútbol mencionado decida regresar del exterior a jugar en Rosario Central, y de esa manera Ficcadenti podía utilizar ese “logro” como plataforma para ganar consenso entre sus seguidores y así posteriormente intentar -con el apoyo y el aval de Ariel Máximo “Guille” Cantero, tomar el liderazgo de la Barra Brava de Newells, junto con Di Vanni y otras personas no identificadas a la fecha, desplazando de esa manera al grupo comandado por el actual líder.
Las amenazas
Además se buscó infundir temor y generar conmoción en la población, evidenciado en la selección de la víctima como blanco del ataque y la mención en la nota al Sr. Gobernador de la provincia de Santa Fe, como así también en los medios materiales empleados para la concreción del ilícito y el contexto de atentados -balaceras, homicidios- que sufría la ciudad de Rosario, donde internos de alto perfil alojados en diferentes unidades penitenciarias del país se adjudicaban la autoría de esos ilícitos como muestra de descontento en las nuevas condiciones carcelarias.
Además en la audiencia se reveló que “Guille” Cantero, en enero de este año, le dijo a Ficcadenti que a la barra la manejaba una mujer, haciendo referencia a Sabrina Ivana Barrias, pareja de Leandro “Pollo” Vinardi, quien se encuentra cumpliendo condena en el penal de Ezeiza.
Cabe señalar que este viernes en allanamientos realizados por otras causas cayó detenida Barrias, “Lucho” Gallardo y Emir Rodríguez, quienes estaban al frente del paravalanchas rojinegro.
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