Mientras algunos lo ven como una estrategia electoral, otros deciden enviar representantes a la reunión.
El gobernador Omar Perotti convocó a los precandidatos a sucederlo en la Casa Gris para discutir un plan de seguridad que se convierta en el eje central de gobierno, tanto en la actual gestión como en la próxima, sin importar quién asuma el cargo. Sin embargo, algunos de los aludidos por esta invitación mostraron su escepticismo. Maximiliano Pullaro chicaneó diciendo: “Es una avivada preelectoral”. Mónica Fein lo menospreció al afirmar: “Después de ‘la paz y el orden’ nunca dio la cara”. Carolina Losada, por su parte, criticó la gestión de Perotti pero confirmó que enviará representantes a reunirse con él.
La convocatoria provino del gobernador y también primer precandidato a diputado provincial por el frente Avancemos Juntos, donde el senador nacional Marcelo Lewandowski aspira a la gobernación. Como titular del gobierno, Perotti encomendó a sus ministros de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Celia Arena, y de Seguridad, Claudio Brilloni, a convocar a los equipos técnicos de todos los precandidatos y precandidatas, tanto del peronismo como de la oposición, con el objetivo de establecer un plan de trabajo en conjunto.
La explicación del gobernador sugiere que esta idea ya la tenía en mente, pero esperó hasta el cierre de las listas electorales para llevarla a cabo. “Habiendo sucedido eso, he instruido a nuestra ministra Celia Arena y a nuestro ministro Claudio Brilloni a que establezcan un plan de trabajo invitando a cada uno de los equipos técnicos de los precandidatos y precandidatas a gobernador para que se trabaje con ellos, con las universidades y entidades intermedias de la provincia, en la generación de un marco que nos permita tener puntos de coincidencia, acuerdos y consensos para poder implementarlos“, expresó Perotti.
El gobernador enfatizó la importancia de la participación de todos y cada uno de los actores políticos y afirmó que todos tienen mucho para aportar. Perotti concluyó su comunicado haciendo un llamado a entender que el enemigo es el delito y no los adversarios políticos circunstanciales.
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