Newell’s volvió a perder. Esta vez fue por 4 a 2 ante Huracán, que quedó como líder, al menos hasta que juegue Vélez.
Newell’s no levanta cabeza. Volvió a perder. El verdugo esta vez fue Huracán, que quedó como líder de la Liga Profesional al menos hasta que juegue Vélez. Fue por 4 a 2 en el Coloso Marcelo Bielsa, donde el clima estuvo caliente. Hubo incidentes, silbidos y mucho enojo con los futbolistas y dirigentes.
El presente de la Lepra es malo y no parece haber una salida próxima. Cuando Ricardo Lunari se hizo cargo del equipo parecía tener algunas respuestas para salir del mal momento, pero fueron apenas unos pocos partidos. Además, más allá de haber conseguido algunas victorias, el equipo nunca jugó bien. Por eso no extraña la dura derrota de anoche ante el Globo, que aprovechó todas las que tuvo y se llevó tres puntos importantes de Rosario para seguir soñando con salir campeón.
Sobre todo en el primer tiempo, ofensivamente Newell’s no estuvo mal. Tuvo varias ocasiones. Pero la defensa y el arquero atraviesan uno de los peores momentos (sino el peor) e hicieron que todas las llegadas de los dirigidos por Frank Darío Kudelka terminen en gol. Así fue el 1 a 0. Después de muchas chances desaprovechadas en el arco de Hernán Galíndez, un centro poco peligroso de Huracán terminó en gol y la visita pasó a estar arriba sin haber hecho demasiado mérito.
Y a partir de ahí el partido fue otro. La Lepra se mostró inestable en todas las líneas y los hinchas comenzaron los reproches contra futbolistas y dirigentes y corearon el famoso “que se vayan todos”. En ese momento la Lepra pareció encenderse, pero quedó no fue más que eso.
Los goles del Quemero llegaron fueron errores groseros de Newell’s, que tuvo una noche negra. Hubo fallos polémicos por parte de Facundo Tello, pero no incidieron en el resultado del partido. Sí en la gente.
Sin lugar a dudas el cuerpo técnico tiene mucho para analizar y resolver porque al torneo le falta bastante y los próximos duelos serán en su mayoría ante rivales directos en la lucha por ingresar a la Copa Sudamericana. Está claro que el objetivo parece imposible, no desde los números, sino desde el juego de un equipo que está completamente perdido.
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