En un informe conjunto, ambas organizaciones señalan que el continente enfrenta una “crisis alimentaria sin precedentes”.
Abebe Haile-Gabriel, subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se refirió a la situación. Según explicó, el deterioro de la seguridad alimentaria y la falta de avances hacia las metas globales de nutrición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) requieren un aumento significativo de los esfuerzos por parte de los países afectados.
El informe fue presentado durante la reunión de la Comisión Africana de Estadísticas Agrícolas (AFCAS) de la FAO y revela un preocupante empeoramiento de la situación. Después de un período de mejora entre 2000 y 2010, el hambre ha experimentado un deterioro sustancial, especialmente entre 2019 y 2022.
Los números
La crisis se ha extendido por todas las subregiones del continente, siendo el centro de África la región con el mayor aumento en la prevalencia de la desnutrición. Lo sigue de cerca el oeste, con incrementos de 4,3 y 3,6 puntos porcentuales respectivamente.
El informe también destaca que aproximadamente el 78% de la población africana, que representa mil millones de personas, no puede costear una dieta saludable. Esto es en comparación con el 42% a nivel mundial. Expertos atribuyen estos datos a los aumentos en los precios de los alimentos básicos, particularmente en el este y el oeste del continente.
Adicionalmente, se informa que alrededor del 30% de los niños en África sufren retrasos en el crecimiento debido a dietas inadecuadas, subrayando la gravedad de la situación.
Los investigadores esperan que estos hallazgos sirvan como un llamado a la acción para transformar los sistemas agroalimentarios, así como otros sistemas clave como la educación, la salud y la energía. Buscan lograr mejoras integrales en la producción, la nutrición, el medio ambiente y la calidad de vida en general, con la aspiración de no dejar a nadie atrás en este desafío crítico.