Las cosechas presentaron un descenso del 53% y el 40% en comparación con las expectativas de producción del inicio de la campaña agrícola 2022/2023.
La Bolsa de Comercio de Rosario anunció la preocupante noticia de que la producción de soja y maíz ha caído a niveles históricamente bajos en Argentina. La sequía ha sido el principal factor en este descenso de rendimientos, que ha dejado a los productores agrícolas en una situación extremadamente difícil. Según las estimaciones de la BCR, la cosecha de soja se ha recortado a 23 millones de toneladas, mientras que la de maíz ha disminuido a 32 millones de toneladas. Esto representa un descenso del 53% y el 40%, respectivamente, en comparación con las expectativas de producción del inicio de la campaña agrícola 2022/2023.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR ha calificado la situación como “catastrófica” y ha indicado que esta es la peor producción de los últimos 15 ciclos agrícolas. La novena ola de calor, que duró desde finales de febrero hasta mediados de marzo, exacerbó los efectos del estrés termo hídrico y llevó a los rendimientos a niveles inéditos. La producción proyectada de soja es la más baja de la región núcleo desde la campaña 2008/2009, con sólo 4,1 millones de toneladas, un tercio de lo que se produjo el año pasado.
El panorama para el maíz es igualmente sombrío, con los rindes nacionales más bajos desde la campaña 2008/2009, estimados en 53,6 quintales por hectárea. A pesar de que hay “buenas chances productivas” en algunas zonas, las caídas en la producción son notables, con Córdoba perdiendo 1,75 millones de toneladas, Buenos Aires un millón y Santa Fe 380.000 toneladas.
Las estimaciones de producción de soja y maíz se han recortado constantemente desde marzo, y las perspectivas de cosecha se han vuelto más desalentadoras a medida que avanza la trilla. La situación es cada vez más difícil para los productores agrícolas, que se enfrentan a una disminución en la producción y a una caída en los precios de los cultivos.
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