Un estudio reciente revela que la música clásica mejora las conexiones cerebrales vinculadas al placer, lo que podría ser beneficioso para tratar la depresión resistente.
La música clásica no solo deleita los oídos, sino que también podría ser una herramienta en la lucha contra la depresión. Un estudio publicado en la revista Cell Reports sugiere que escuchar música clásica fortalece las conexiones entre las áreas del cerebro relacionadas con el sonido y el placer, mejorando así el estado de ánimo.
El estudio
Investigadores centraron su análisis en un circuito cerebral específico que conecta el núcleo del lecho de la estría terminal (BNST) con el núcleo accumbens (NAc). Este circuito está ligado a la amígdala, una estructura crucial en el procesamiento de emociones.
El estudio se realizó en un grupo de 13 pacientes que padecen depresión resistente a tratamientos convencionales, quienes ya tenían electrodos implantados en el circuito BNST-NAc para estimulación cerebral profunda. Los investigadores hicieron que estos pacientes escucharan el tercer movimiento de la Sinfonía n.º 7 de Beethoven, una obra cargada de alegría y emoción.
Resultados
Las ondas cerebrales aumentaron su flujo a través de este circuito, sincronizando las cortes auditivas con el circuito de recompensas del cerebro, lo que mejora la experiencia emocional de la música. Además, los científicos encontraron que pequeñas alteraciones en la música, como la incorporación de ruido theta de baja frecuencia, intensificaban el placer experimentado por los pacientes.
Los sonidos theta están relacionados con las etapas más ligeras del sueño y pueden inducir un estado meditativo.
El Dr. Bomin Sun, director del Centro de Neurocirugía Funcional de la Universidad Jiao Tong de Shanghai y líder del estudio, explicó que este circuito, a veces llamado “amígdala extendida”, refuerza la relación entre la música y el procesamiento de la información emocional.
Avances médicos
El equipo de investigación busca integrar otros estímulos sensoriales, como imágenes visuales, para desarrollar productos de salud digital. Entre sus planes están aplicaciones móviles y dispositivos portátiles que incorporen musicoterapia personalizada, monitoreo emocional en tiempo real, y experiencias de realidad virtual.
“Nuestro objetivo es ofrecer herramientas de autoayuda prácticas y efectivas para manejar las emociones y mejorar los síntomas en la vida diaria”, concluyó Sun.
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