Cura del cáncer: descubren un mecanismo para combatir proteínas tumorales

Investigadores identificaron estructuras moleculares críticas que podrían ser el objetivo de futuras terapias para combatir el cáncer, mejorando así la efectividad de los tratamientos actuales.

Científicos del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel descubrieron un mecanismo por el cual las proteínas chaperonas, encargadas de asegurar el correcto plegado de otras proteínas, protegen a las proteínas con mutaciones cancerosas. Este hallazgo, publicado en la revista Molecular Cell, podría abrir nuevas vías para el desarrollo de tratamientos específicos contra el cáncer.

El papel de las proteínas chaperonas

En el cuerpo humano, las proteínas chaperonas son esenciales para garantizar que otras proteínas se plieguen adecuadamente, adoptando estructuras tridimensionales específicas necesarias para su correcto funcionamiento. Sin embargo, cuando una proteína sufre una mutación que la convierte en promotora del cáncer, las chaperonas no distinguen esta transformación y continúan asistiendo su plegado.

La Dra. Rina Rosenzweig y su equipo en el Departamento de Biología Química y Estructural del Instituto Weizmann profundizaron el estudio de las chaperonas, centrándose en las proteínas de dominio J (JDP). Estas chaperonas son cruciales en el proceso de plegado de la proteína p53, conocida como la “guardiana del genoma”, que en su forma normal inhibe el crecimiento canceroso, pero que puede convertirse en promotora del cáncer debido a pequeñas mutaciones genéticas.

Hallazgos

Utilizando tecnología de resonancia magnética nuclear (RMN) avanzada, los investigadores descubrieron que una chaperona específica, DNAJA2, juega un papel crucial en la protección de la p53 mutada. DNAJA2 se une a p53 cuando está casi completamente plegada, identificando áreas que apenas han comenzado a desintegrarse. Esta capacidad de detectar y estabilizar estructuras proteicas inestables antes de que formen agregados desordenados es fundamental para la supervivencia de las proteínas cancerosas en las células.

Implicaciones para futuros tratamientos

El estudio reveló que eliminando la capacidad de la horquilla beta de la chaperona para unirse a la proteína p53, las chaperonas permanecían funcionales pero ya no podían proteger a las proteínas con láminas de acordeón, como p53. Esto sugiere que es posible desarrollar tratamientos dirigidos a regiones específicas de las chaperonas sin afectar el funcionamiento general de las células.

“La actividad de la horquilla está tan concentrada que deberíamos ser capaces de desarrollar tratamientos contra el cáncer apuntando a regiones específicas en chaperonas específicas, sin causar un daño significativo al funcionamiento de las células del cuerpo”, explicó Rosenzweig.

Este descubrimiento presenta un nuevo objetivo para el desarrollo de terapias contra el cáncer. “Nuestro estudio identifica un objetivo potencial para tratamientos que podrían disminuir la actividad de DNAJA2 en el apoyo al cáncer”, cerró Rosenzweig.

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