Se trata de Canal Productions, propiedad del actor. La denunciante, Graham Chase Robinson, los acusó de maltrato y discriminación.
La compañía de la cual es propietario Robert De Niro fue hallada culpable de “discriminación y represalias”. El pleito, que duró dos semanas, llegó a su fin este jueves con sentencia desfavorable a Canal Productions. La empresa deberá abonarle a Graham Chase Robinson una suma de 1.200.000 millones de dólares.
Durante el juicio, De Niro estuvo presente en tres días y allí negó todas las acusaciones de su ex asistente. La denunciante está en conflicto con el actor desde el 2019, momento en el que renunció a su empleo.
Todo comenzó con una demanda inicial de De Niro hacia Robinson, acusándola de no cumplir con su trabajo, robo y desvío de fondos. El intérprete también acusó a Robinson de “mirar Netflix en horario laboral”. Sin embargo, la contrademanda interpuesta por la mujer prosperó y terminó con este fallo.
Es por esto que la empresa es la que debe responder por discriminación y represalias. Graham Chase Robinson sostuvo en el pleito que tanto el actor como su esposa, Tiffany Chen, le hicieron la vida imposible.
Se mencionaron comentarios sexistas y que la denunciante se sintió “como una esclava” durante ese vínculo laboral que duró 11 años.
Es importante puntualizar que la indemnización por discriminación de género la tendrá que pagar la productora. En otras palabras, Robert De Niro no fue hallado responsable de manera individual.
Sin embargo, el abogado de la demandante detalló: “Estamos complacidos de que el jurado viera lo que nosotros vimos y diera un veredicto a favor de Chase Robinson”.
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