“El problema de la salud no se soluciona permitiendo que esos 6 millones que pueden pagar un prepago no tengan que ir obligatoriamente a una obra social”, dijo el vocero sanitario de la central obrera.
Jose Luis Lingieri, referente del área de Salud de la Confederación General del Trabajo (CGT) recordó que la medida anunciada por el vocero presidencial para elegir a qué obra social se destinan los aportes es vieja y está en vigencia desde Menem. “La desregulación ya estaba desde la década de los 90 en el gobierno de Carlos Menem y Domingo Cavallo”, dijo.
Con la libre elecció “el trabajador ya no tiene que permanecer un año en su OS de origen y ahora lo puede hacer durante el año en la nueva actividad en la que ingrese”, agregó.
¿Cuál es el cambio?
La modificación anunciada por Manuel Adorni es que “se incorpora la medicina prepaga en forma voluntaria”, por lo que “se debería inscribir en el registro de obras sociales en la Superintendencia de Salud (SSS) y deben aportar el 20% al Fondo Solidario de Redistribución (FSR)”. Desde la central obrera aseguran que la “eliminación de la triangulación que se hacía entre OS y prepaga” era un tema ya reclamado por la CGT y que “ahora el trabajador puede hacer directamente el aporte a la prepaga en caso que opte por esta, y una vez echa la opción deberá permanecer un año en la misma”.
De todos modos, aseguran que el problema mayor “es el tema de los medicamentos de alto precio, los monotributistas que deberían ser de carácter obligatorio y no voluntario para el grupo familiar y los jubilados que opten por la obra social de la actividad, el PAMI debería transferir la parte que le retienen, como así mismo el tema de la discapacidad que se lleva el 90% del FSR”.
“Además habría que aclarar que en la medicina prepaga atiende a 6 millones de personas (incluyendo a los que triangulan con las obras sociales)”, aclararon.
El problema
Para este referente de Salud, “sin un replanteo del Programa Médico Obligatorio que defina reglas claras de cobertura y acceso a los servicios, la judicialización de la salud seguirá siendo distorsiva tanto para el financiamiento del sistema como para los resultados Sanitarios”, añadió.
“Somos 46 millones de argentinos, y el problema de la salud no se soluciona permitiendo que esos 6 millones que pueden pagar un prepago no tengan que ir obligatoriamente a una obra social”, cerró.