Buenos Aires analiza su incorporación al RIGI ya que la medida podría resultar perjudicial para las pymes locales.
La provincia de Buenos Aires está en proceso de análisis sobre si adherir al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), una normativa promovida por la gestión de Javier Milei y aprobada en el Congreso bajo la Ley Bases. Este régimen es cuestionado porque se percibe como un beneficio para las grandes empresas de mayor tamaño y capital, en detrimento de las empresas nacionales, especialmente las pymes.
El ministro de Trabajo de la Provincia, Walter Correa, confirmó esta evaluación durante su participación en un programa radial. La administración de Axel Kicillof está considerando los pros y contras de unirse a este régimen.
RIGI
El RIGI se aplicará a “Grandes Inversiones” en sectores como forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, petróleo y gas, siempre que cumplan con los requisitos establecidos. Originalmente, la normativa abarcaba “cualquier sector”, pero se modificó para incluir a las pymes mediante el plan de desarrollo de proveedores locales, como se detalla en el artículo 174 inciso L.
Según este apartado, cada gran inversión superior a los USD 200 millones deberá destinar al menos un 20% de la inversión total a proveedores nacionales, “siempre y cuando la oferta de proveedores locales se encuentre disponible y en condiciones de mercado en cuanto a precio y calidad”.
La aprobación del RIGI por parte del Senado generó entusiasmo en los mercados y entre las grandes empresas, especialmente en los sectores energético y minero, que tienen previstos anuncios de inversiones por al menos USD 80.000 millones para la próxima década.
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