Tras los episodios de violencia hacia el ex jugador Canalla, Ángel Di María, en marzo, mucho se habló de su regreso a Central. Por un momento, la ilusión estuvo a nada de concretarse, pero en los últimos días se desvaneció. Según confirmó el propio presidente de Rosario Central, Gonzalo Belloso, fue porque el jugador no veía asegurada “la seguridad de él y su familia”.
En un nuevo capítulo el encargado de hablar fue el intendente de la ciudad de Rosario. Javkin aseguró: “No me molesta nada, creo que cada uno lo expresa como lo puede expresar. No me molesta, quiero que vengan. La ciudad siempre está preparada para eso. Lo que yo dudo, y lo digo, ustedes lo saben, involucrado en el tema como hincha, es que el fútbol argentino esté en condiciones de recibir a esos jugadores”.
“A mí me hubiera gustado que venga, lo dije muchas veces, hablé, tengo contacto con la familia. Si no es ahora, espero que sea más adelante. Las decisiones son más complejas. Pero yo, sinceramente, veo a los chicos viviendo en la ciudad. Veo la actividad diaria de él mismo, de Gio Lo Celso, que están disfrutando la ciudad de Rosario. Lo mismo pasa cuando viene Lionel”, aseguró. Luego el Intendente rosarino cerró: “Muchas veces se han planteado, nos pasa a todos, nos dicen ¡uh, Rosario! Y después vienen acá, y están mucho más tranquilos que en muchos lugares de Buenos Aires. Bueno, es la pelea que hay que dar”.
Esta historia, es una que parece tener héroes y villanos y que lo único que hizo fue alejar a un jugador amado por todos de su sueño. Un jugador que de chico anheló regresar a su Rosario querida a vestir la camiseta de sus sueños. Ángel siempre quiso retirarse en Central. Eso es algo que el hincha no debe olvidar. Porque más allá de su no vuelta, al fin y al cabo, lo suyo fue sólo una decisión pensando en su familia. La culpa es de otros. La culpa es de las mafias, que siguen atentando contra una ciudad que día a día se levanta y quiere salir adelante.
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