El fin del petróleo es un tema que ha generado mucho interés en los últimos años debido a la necesidad de encontrar fuentes de energía más sostenibles y libres de carbono.
En este contexto, se ha planteado la posibilidad de utilizar el hidrógeno geológico como una nueva fuente de energía sin explotar y prácticamente ilimitada. A diferencia del petróleo o el gas, el hidrógeno geológico se forma en las profundidades del subsuelo por procesos naturales y no produce emisiones de carbono cuando se utiliza como combustible.
Según los resultados de la búsqueda, se está generando una ola de nuevas empresas de perforación que compiten por encontrar grandes depósitos de hidrógeno geológico. Grandes compañías de energía como Shell, BP y Chevron también se han unido a un consorcio para estudiar el hidrógeno geológico.
Estas empresas están buscando depósitos de agua ricas en hierro cerca de grietas tectónicas en todo el mundo, ya que estas condiciones geológicas parecen ser comunes para la formación de hidrógeno geológico. Según Doug Wicks, director de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de EE. UU., la cantidad de hidrógeno geológico a nivel mundial puede ser “astronómica”, con un potencial de 150 billones de toneladas métricas, suficiente para alimentar el consumo de EE. UU. durante 1.000 años.
Al igual que en los primeros días de la industria petrolera, se espera que la búsqueda de hidrógeno geológico genere una competencia entre las empresas de perforación. Empresas como HyTerra, Natural Hydrogen Energy y Gold Hydrogen ya están preparándose para perforar en lugares como Nebraska, Kansas y Australia. También se están llevando a cabo investigaciones en otras regiones, como las antiguas minas de carbón en la región de Alsacia-Lorena en Francia y un pozo de hidrógeno descubierto en Mali.
Es importante tener en cuenta que el hidrógeno geológico no es la única fuente de hidrógeno disponible. También se produce hidrógeno a partir de fuentes renovables, como la energía eólica y solar, y a partir del gas natural. Estas fuentes de hidrógeno se conocen como hidrógeno verde y hidrógeno gris, respectivamente. Cada una de estas fuentes tiene sus propias ventajas y desventajas.
Por ejemplo, el hidrógeno geológico tiene la ventaja de ser prácticamente ilimitado, pero aún se necesitan más investigaciones y avances tecnológicos para su extracción y uso eficientes. El hidrógeno verde es una fuente de energía renovable y libre de carbono, pero su producción y almacenamiento pueden ser costosos. El hidrógeno gris, por otro lado, se produce a partir del gas natural y no es una fuente sostenible a largo plazo.
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